[ESP-ENG] El jardin de amor / The garden of love

Saludos amigos de "Hive" hoy quiero compartir esta historia corta la cual nos relata como un pequeño jardin de flores, pudo acabar con una guerra.

Fuente

Había una vez, en tiempos ancestrales,una tierra asolada por cruentas batallas. La guerra consumía cada rincón del valle, y las flores parecían olvidadas y opacas. Sin embargo, una antigua tradición se mantenía, una historia de amor que perduraría. Según la leyenda, en medio de la guerra y el caos, las flores eran símbolo de un amor valioso.

En el corazón de aquel territorio desolado, una pareja de jóvenes se había enamorado. Él, un valiente guerrero con nobleza en su ser, y ella, una bella doncella que amaba florecer. A lo largo del campo de batalla, sembraron semillas, con la esperanza de que algún día florecieran. Cuidaron cada brote con amor y dedicación, augurando que las flores calmarían la agresión.

Y así fue como llegó el día esperado, las flores florecieron en colores deslumbrantes. La guerra pasó a un segundo plano, y el amor se convirtió en la danza más vibrante. Los guerreros, al ver aquel espectáculo divino, dejaron de lado sus armas por un instante. Se aproximaron al jardín de amor y destino, dejando atrás la violencia en cada semblante.

Aquellas flores, símbolo de paz y reconciliación, reinaban en la tierra antigua con emoción. El amor renació en los corazones cansados, y la tradición antigua se convirtió en legado. Desde aquel día, cada guerra se detenía, cuando florecían las flores de la tradición. El amor se encendía como brasa encendida,
y la paz reclamaba su posición. La leyenda se transmitía de generación en generación, recordando el poder de las flores y el amor. Y así, en cada rincón de aquel antiguo valle, se sembraba la esperanza de un mañana mejor.

En la actualidad, aquella tradición persiste, flores y amor se entrelazan en un pacto eterno. Recordando que aunque la guerra insista, siempre hay espacio para el amor más tierno. Y así, en cada jardín, donde florezcan las flores, seguirá latiendo el amor y su esencia bendita. Porque en cada tradición, antigua o presente, siempre habrá un lugar para el amor que nos habita.

ENGLISH

Greetings friends of "Hive" today I want to share this short story which tells us how a small flower garden could end a war.

Source

Once upon a time, in ancient times, there was a land ravaged by bloody battles. War consumed every corner of the valley, and the flowers seemed forgotten and dull. However, an ancient tradition remained, a love story that would endure. According to legend, in the midst of war and chaos, the flowers were a symbol of a precious love.

In the heart of that desolate territory, a young couple had fallen in love. He, a brave warrior with nobility in his being, and she, a beautiful maiden who loved to bloom. Along the battlefield, they sowed seeds, hoping that one day they would bloom. They tended each sprout with love and dedication, predicting that the flowers would calm the aggression.

And so it was that the expected day came, the flowers bloomed in dazzling colors. War took a back seat, and love became the most vibrant dance. The warriors, seeing that divine spectacle, put aside their weapons for an instant. They approached the garden of love and destiny, leaving behind the violence in every countenance.

Those flowers, symbol of peace and reconciliation, reigned in the ancient land with emotion. Love was reborn in tired hearts, and the ancient tradition became a legacy. From that day on, every war stopped when the flowers of tradition bloomed. Love flared like a burning ember, and peace reclaimed its position. The legend was passed down from generation to generation, recalling the power of flowers and love. And so, in every corner of that ancient valley, hope for a better tomorrow was sown.

Today, that tradition persists, flowers and love are intertwined in an eternal pact. Remembering that even if war insists, there is always room for the most tender love. And so, in every garden, where flowers bloom, love and its blessed essence will continue to beat. Because in every tradition, ancient or present, there will always be a place for the love that inhabits us.