— Mantente despierto, Cruz.

El regaño de su superior le hizo abrir los ojos con un sobresalto, una reacción que causó risa entre sus demás compañeros de equipo viajando en el camión. Le habían asegurado que con el paso del tiempo las guardias nocturnas no se sentirían tan pesadas pero ahora estaba luchando contra el sueño para mantenerse despierto y poder ayudar apagando ese incendio que se había presentado en un edificio cercano a la estación, si terminaban con rapidez probablemente podría dormir unas cuantas horas antes de recibir a los del turno de la mañana para irse a su hogar, un pequeño departamento que había estado tratando de reparar poco a poco para que no se viera tan mal.

No le importaba tener que vivir en una ratonera con tal de cumplir su sueño, tampoco la falta de apoyo de sus padres que querían que siguiera con una educación universitaria y se graduara en algo que pudiera darle más dinero, lo único que quería era convertirse en un bombero reconocido dentro de la comunidad por ayudar a los demás. Desde un principio se había intentado preparar para conseguir acercarse cada día a un puesto dentro de una unidad con varios cursos y manteniéndose activo de forma que contara con un físico aceptable, aunque el régimen estricto de estudio que tuvo gran parte de su vida limitaba la cantidad de tiempo que podía invertir en esto.

— Llegamos, prepárense.

Bajo las direcciones del Teniente Francisco Reyes y el Capitán Pedro Guzmán el equipo se movía como una maquinaria perfecta, cada quien encargándose de su responsabilidad sin problema alguno hasta que en conjunto hacían lo necesario para acabar con el fuego, rescatar a los ciudadanos de las llamas y brindarles atención médica, le encantaba estar allí formando parte de algo importante que hacía la diferencia. Una vez establecidas las líneas de agua con sus mangueras conectadas a los hidrantes cercanos, sus compañeros comenzaron a intentar calmar el incendio desde afuera mientras que el Capitán activaba la escalera para utilizar el cañón de agua desde una zona de mayor altura.

— Hablamos con el conserje del edificio y nos dijo que no debería haber nadie adentro, las oficinas están cerradas a esta hora. —Comentó el Teniente.

— ¡Oigan, oigan!

Dentro de la multitud de personas alrededor viendo la escena, apareció una mujer joven haciendo gestos con las manos, intentando atravesar el cerco de seguridad que la policía había creado, uno de ellos encontrándose reteniéndola para que no consiguiera pasar a la zona donde se encontraban los bomberos. Por la manera en la que gritaba y gesticulaba se notaba que estaba en un gran estado de estrés mientras discutía con el policía que por momentos parecía perder la paciencia, mostrándose brusco al agarrarla. Haciéndole una señal a Cruz después de hacer contacto visual, el Capitán le indicó que fuera a investigar sin emitir ninguna palabra ya que estaba demasiado ocupado.

Este obedeció de inmediato.

— Señorita, señorita, ¿qué pasa? —Le preguntó Cruz cuando llegó a su lado, tocándole la espalda al policía para que dejara de agarrarla.

— Mi papá tiene que estar allí adentro, no llegó a casa y no me contesta las llamadas, su oficina está en el cuarto piso. Por favor, se lo pido, búsquenlo. —Pidió desesperada.

— ¿Está segura de que no puede estar en otro lugar?

— ¡No! Trabaja todos los días desde la mañana hasta la noche sin descanso, pregúntele a Ernesto, es el conserje.

— Pero él nos dijo que el edificio se encontraba vacío.

— Es una persona mayor y se queda dormido, probablemente pensó que mi papá salió a las diez de la noche como siempre. —La mujer lo tomó del rostro a pesar del intento del policía por apartarla— De verdad, se lo pido, es el único sitio donde podría estar.

— Hablaré con mis superiores, se lo aseguro. —Le tomó de una mano para apartarse del agarre, mostrándole un intento de sonrisa tranquilizadora.

Cuando regresó con sus superiores, suspiró.

— Dice que su padre debe estar adentro del edificio, trabaja aquí.

— ¿Ya llevaron al conserje al hospital? —Preguntó el Capitán.

— No, están dándole oxígeno todavía en la ambulancia.

— Reyes, ve a preguntarle si está seguro de que no había nadie adentro.

— Entendido. Sígueme, Cruz, si hay que entrar vienes conmigo.

El conserje se encontraba sentado en una camilla con una máscara de oxígeno dentro de la ambulancia junto a un paramédico.

— Señor, queremos preguntarle algo y es importante. —Dijo el Teniente. Cuando este asintió con la cabeza, prosiguió— ¿Está seguro de que no hay nadie adentro? Tenemos a la hija de una de las personas que trabajan allí diciéndonos que su padre debe estar en el edificio.

— No… —Dificultándosele hablar con la máscara puesta, se la quitó— No estoy seguro, el único que podría estar adentro es el señor Vivas pero siempre se va durante la noche y por eso les dije que no había nadie.

Chasqueando los dientes, el Teniente se alejó rápidamente.

— Vamos, Cruz, no hay tiempo que perder, tenemos que entrar rápido.

El corazón le latía con fuerza mientras se colocaba el equipamiento al lado del Teniente, sus movimientos rápidos y precisos provenían de la constante práctica, pero también de la inercia que parecía mantenerlo en pie. Las instrucciones de su superior se escuchaban lejanas, su mente por alguna razón se encontraba lejos de donde estaba parado ahora, al frente del edificio en llamas dentro del cual entraría con la intención de salvar la vida de alguien que no sabían si efectivamente estaba allí, al menos lo intentarían. Los recibió el humo, impidiéndoles ver con claridad pero la experiencia y habilidad del Teniendo hizo su magia, guiándolos a través de este cada vez más arriba.

Revisaron cada uno de los pisos antes de llegar al cuarto en búsqueda de señales de vida sin que encontraran a nadie, por lo que rápidamente subieron al piso donde según lo que había dicho la mujer trabajaba la persona que estaban buscando. Para su mala suerte, en su paso por las escaleras parte de la estructura cedió, quedándose sin una manera segura de regresar por donde habían llegado. Decidieron concentrarse en buscar, caminando a través del pasillo que se encontraba incendiándose en parte de sus paredes a diferencia de los pisos anteriores, detalle que les hizo pensar que allí se había originado el incendio y existían mayores posibilidades de que hubiese una persona atrapada.

Llegaron a una puerta con una placa que tenía el apellido Vivas, mismo que mencionó el conserje minutos atrás, por lo que derribaron la puerta antes que cualquier otra para así ahorrarse tiempo. El calor intenso se hizo sentir, tan fuerte que los hizo retroceder. Una de las paredes de la habitación se encontraba envuelta en llamas por completo, parte de lo que se encontraba adentro en un estado igual, emanando de ellas una gran cantidad de humo que no les permitió ver nada por unos segundos, teniendo que apartarse de la puerta. Agachándose en el suelo, Cruz hizo un intento por ver adentro de la habitación para reconocer lo que se encontraba adentro.

— Creo que veo a una persona debajo del escritorio. —Gritó Cruz.

— De acuerdo, vamos por él.

En el momento en que llegó al lado del cuerpo inconsciente de un hombre, algo explotó, haciendo temblar el suelo y obligándolo a resguardarse detrás del escritorio. Sentía que algo lo había quemado en algún lado pero no tenía tiempo para revisar, tomó el cuerpo del hombre por ambos brazos, arrastrándose hasta donde se encontraba el Teniente de manera que pudiera ayudarlo a terminar de salir de la habitación. Cargándolo entre los dos hasta una de las ventanas cercanas que ya se encontraba abierta, Cruz se asomó para hacerle señas al equipo mientras el Teniente tomaba su radio al mismo tiempo que una nueva explosión se hacía sentir.

— Envíen una escalera hacia acá, rápido, la estructura no durará mucho.

— Copiado.

¿Quién diría que entre ese momento y cuando la explosión que acabó con todo el piso no había transcurrido más de tres minutos? Los tres consiguieron salir ilesos en su gran mayoría, el hombre estaba inconsciente pero de acuerdo con los paramédicos estaría bien. La mujer se había encargado de demostrar su agradecimiento con muchos abrazos, unos que le hicieron saber a Cruz que efectivamente se había lastimado. Una pieza de metal caliente durante una explosión había impactado contra su cuello, consiguiendo quemarle un poco, pero no era nada grave. Sabía que vivía para estos momentos, sin importar el riesgo porque valía la pena arriesgarlo todo por ayudar a aquellos que no se podían ayudar a ellos mismos.

FIN

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English

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“Stay awake, Cruz.”

His superior's scolding made him open his eyes with a start, a reaction that caused laughter among his other teammates riding in the truck. He had been assured that with the passage of time the night watches would not feel so heavy but now he was fighting sleep to stay awake to help put out that fire that had broken out in a building near the station, if they finished quickly he could probably sleep a few hours before receiving the morning shift to go home, a small apartment that he had been trying to repair little by little so it wouldn't look so bad.

He didn't mind having to live in a rathole in order to fulfill his dream, nor was the lack of support from his parents who wanted him to continue with a college education and graduate in something that could give him more money, the only thing he wanted to become a firefighter recognized in the community for helping others. From the beginning he had tried to prepare himself to get closer each day to a position within a unit by taking multiple courses and staying active so that he had an acceptable physique, although the strict study regimen he had for much of his life limited the amount of time he could invest in this.

“Here we are, get ready.”

Under the directions of Lieutenant Francisco Reyes and Captain Pedro Guzman the team moved like a perfect machine, each one taking care of his responsibility without any problem until together they did what was necessary to put out the fire, rescue the citizens from the flames and provide medical attention, he loved being there being part of something important that made a difference. Once the water lines were established with their hoses connected to the nearby hydrants, his colleagues began to try to calm the fire from the outside while the Captain activated the ladder to use the water cannon from above.

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“We talked to the building's janitor and he told us that there should be no one inside, the offices are closed at this hour. -Commented the Lieutenant.

“Hey, hey!”

Within the crowd of people around watching the scene, a young woman appeared, gesturing with her hands, trying to get through the security fence that the police had created, one of them finding himself holding her back so that she could not get through to the area where the firemen were. From the way she was shouting and gesticulating it was obvious that she was in a state of great stress as she argued with the policeman who at times seemed to lose his patience, being abrupt when he grabbed her. Signaling Cruz after making eye contact, the Captain instructed him to go and investigate without uttering a word as he was too busy.

He obeyed immediately.

“Miss, Miss, what is it?” Cruz asked when he reached her side, touching the policeman's back to stop him from grabbing her.

“My dad must be in there, he didn't come home and he won't answer my calls, his office is on the fourth floor. Please, I beg you, look for him.” She asked desperately.

“Are you sure he can't be anywhere else?”

“No! He works every day from morning till night without a break, ask Ernesto, he's the janitor.”

“But he told us the building was empty.”

“He's an old person and he falls asleep, he probably thought my dad went out at ten o'clock at night as usual.” The woman grabbed him by the face despite the policeman's attempt to push her away. “Really, I'm asking you, it's the only place he could be.”

“I'll talk to my superiors, I assure you.” He grabbed her hand to pull away from her grip, flashing an attempt at a reassuring smile.

When he returned to his superiors, he sighed.

“She says his father must be inside the building, he works here.”

“Has the janitor been taken to the hospital yet?” Asked the Captain.

“No, they are still giving him oxygen in the ambulance.”

“Reyes, go ask him if he is sure there was no one inside.”

“Roger that. Follow me, Cruz, if we have to go in you come with me.”

The janitor was sitting on a stretcher with an oxygen mask inside the ambulance next to a paramedic.

"Sir, we have something we want to ask you and it is important.” Said the Lieutenant. When he nodded, he continued. “Are you sure there is no one inside? We have the daughter of one of the people who works there telling us that her father must be in the building.”

“I'm not sure, the only one who could be inside is Mr. Vivas but he always leaves during the night and that's why I told you there was no one there.”

Gnashing his teeth, the Lieutenant walked away quickly.

“Come on, Cruz, there is no time to lose, we have to get inside fast.”

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His heart was pounding as he placed his equipment next to the Lieutenant, his quick and precise movements came from constant practice, but also from the inertia that seemed to keep him on his feet. His superior's instructions sounded far away, his mind for some reason was far from where he was standing now, in front of the burning building inside which he would enter with the intention of saving the life of someone they didn't know if he was indeed there, at least they would try. They were greeted by smoke, preventing them from seeing clearly but the experience and skill of the Lieutenant worked its magic, guiding them through it higher and higher.

They checked each of the floors before reaching the room for signs of life without finding anyone, so they quickly went up to the floor where, according to what the woman had said, the person they were looking for worked. To their bad luck, on their way up the stairs part of the structure gave way, leaving them with no safe way to return the way they had come. They decided to concentrate on searching, walking through the corridor, which was on fire on part of its walls, unlike the previous floors, a detail that made them think that the fire had originated there and that there was a greater possibility that there was a person trapped.

They arrived at a door with a plaque with the last name Vivas, the same mentioned by the janitor minutes before, so they knocked down the door before any other to save time. The intense heat made itself felt, so strong that it made them retreat. One of the walls of the room was completely engulfed in flames, part of what was inside in an equal state, emanating from them a large amount of smoke that did not allow them to see anything for a few seconds, having to move away from the door. Crouching on the floor, Cruz made an attempt to see inside the room to recognize what was inside.

“I think I see a person under the desk.” Cruz shouted.

“Okay, let's go get him.”

At the moment he arrived next to the unconscious body of a man, something exploded, making the floor shake and forcing him to take shelter behind the desk. He felt that something had burned him somewhere but he didn't have time to check, he grabbed the man's body by both arms, dragging himself to where the Lieutenant was so he could help him finish getting out of the room. Carrying him between the two of them to one of the nearby windows that was already open, Cruz leaned out to signal the team while the Lieutenant grabbed his radio at the same time that a new explosion was heard.

“Send a ladder over here, quick, the structure won't last long.”

“Copy that.”

Who knew that no more than three minutes had elapsed between then and the explosion that took out the entire floor? All three managed to get out unharmed for the most part, the man was unconscious but according to the paramedics he would be fine. The woman had taken it upon herself to show her appreciation with lots of hugs, ones that let Cruz know that he had indeed been hurt. A piece of hot metal during an explosion had impacted against his neck, managing to burn him a little, but it was nothing serious. He knew he lived for these moments, no matter the risk because it was worth risking everything to help those who could not help themselves.

THE END