Hola queridos amigos, espero que estén muy bien, hoy quiero hablar sobre un tema que quizás algunos desconocen o del que no hablan, pero que también es importante en la sociedad. "LOS CUIDADORES TAMBIÉN IMPORTAN".

La mayoría de nosotros siempre pensamos en el enfermo, en la persona que padece la enfermedad, pero, ¿Qué sucede con las personas que cuidan de ellos? Ellos también sufre, también pueden enfermarse y también deben ser tomados en cuenta!!

El cansancio mental que puede producir cuidar de alguien y verlo sufrir es algo que no todos sabemos, además de los sentimientos encontrados y de la carga que debes sobrellevar porque según debes ser el fuerte y no demostrar debilidad. Pero ellos también son seres humanos y tienen derecho a ser débiles y mostrar sus sentimientos, no somos robots, somos personas que piensan y sienten, así que el enfermo no es el único que sufre.

Por otro lado, personas con familiares terminales muchas veces deben abandonar su vida por completo solo por estar al pendiente de otra persona, pero, ¿es esto justo? algunos dirán que sí u otros que no, pero la realidad es que se nos olvida pensar en nosotros, ponemos a los demás por encima y sino lo haces entonces eres egoísta, pero ¿por qué?, no es tu obligación dejar de vivir por alguien que quizás ya no tiene ganas de seguir adelante.

Creo que es un tema bastante complejo y seguramente polémico, porque si el familiar es tu madre, tu padre o tu hermana es muy probable que quieras hasta dar tu vida por la de ellos, nunca estamos realmente listos para aceptar la muerte y menos cuando se trata de un ser querido.

Pero a mi parecer esto no debe acabar con tu vida, también debes pensar en ti y en tu salud, recuerda que el enfermo no eres tú.!!

Los cuidadores sufren, abandonan su vida, sus metas, sus sueños, sus responsabilidades, en fin, dejan de vivir, y realmente no es justo, porque cada persona debe poder vivir su vida plenamente, las que la vida no es tan fácil como se dice y menos cuando pasamos por situaciones como estas.

No dejemos de darle importancia a esas personas que dan todo porque un familiar o amigo enfermo tenga los mejores últimos días de su vida.