Qatar 2022: El deporte como medio para protestar [ESP/ENG]
El deporte y en este caso, El Mundial de Futbol, se ha convertido en una tribuna para aquellos que protestan en contra del racismo, la homofobia y la misoginia. Hoy mi aporte viene convertido en un análisis crítico, pero esperanzador.
Sport, and in this case, the World Cup, has become a platform for those who protest against racism, homophobia and misogyny. Today my contribution is a critical but hopeful analysis.
Las expresiones políticas en el deporte cada vez son más numerosas y comunes, aunque este tipo de hechos, generan sentimientos tanto de apoyo como de rechazo, no debemos olvidar que son seres humanos los que practican estos deportes. En esta oportunidad, El Mundial de Futbol de la FIFA, esa anacrónica organización que lleva las riendas económicas del deporte rey, se ha convertido en la ocasión perfecta para que muchos alcen su voz en un evento millonario que mueve masas en el planeta entero.
Es importante, no solo las iniciativas que buscan promover la diversidad sexual, como aquel uso del famoso brazalete one love que selecciones como la de Inglaterra o Alemania pensaban llevar aun cuando podían ser penalizadas, sino también todo tipo de expresiones sociopolíticas. El mundo ha cambiado, la globalización para bien o para mal ha sembrado la semilla de la libertad y las luchas por los derechos humanos en todo el mundo.
Aun cuando existen todavía muchas cosas por mejorar en las naciones occidentales, también creo que es un gran acierto mirar hacia el pasado y aprender de las lecciones. Aunque vengan personajes como Gianni Infantino a criticar y a defender lo indefendible, no deja de ser cierto que la elección de Qatar como sede de un mundial, iba a levantar las críticas de todos, sobre todo hoy en día. Pero, el dinero y los intereses mueven al mundo.
Y aunque el presidente de la FIFA diga que “hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador migrante”, la verdad es que él no es más que uno de los pocos privilegiados que a pesar de prohibir iniciativas que precisamente promueven todo lo que expresaba “sentir” como el brazalete one love o algo tan simple como beber cerveza en un estadio, no puede detener las protestas de los jugadores.
Political expressions in sports are becoming more and more numerous and common, although these types of events generate feelings of both support and rejection, we must not forget that they are human beings who practice these sports. In this opportunity, the FIFA World Cup, that anachronistic organization that holds the economic reins of the king of sports, has become the perfect occasion for many to raise their voices in a millionaire event that moves masses of people around the world.
It is important, not only the initiatives that seek to promote sexual diversity, such as the use of the famous one love bracelet that teams like England or Germany thought of wearing even though they could be penalized, but also all kinds of socio-political expressions. The world has changed, globalization for better or for worse has sown the seed of freedom and struggles for human rights around the world.
Even though there are still many things to improve in Western nations, I also believe that it is wise to look to the past and learn from the lessons. Even if people like Gianni Infantino come to criticize and defend the indefensible, it is still true that the choice of Qatar to host a World Cup was going to raise criticism from everyone, especially today. But money and interests move the world.
And although the FIFA president says that "today I feel Qatari, today I feel Arab, today I feel African, today I feel gay, today I feel disabled, today I feel a migrant worker", the truth is that he is only one of the privileged few who, despite banning initiatives that precisely promote everything that expressed "feeling" such as the one love bracelet or something as simple as drinking beer in a stadium, cannot stop the protests of the players.
En un solo partido, por ejemplo, se vivieron dos momentos poderosos. El primero de ellos, cuando los jugadores de la selección inglesa, se arrodillaron en la previa en contra del racismo y las condiciones inhumanas de los trabajadores extranjeros en países como Qatar. Arrodillarse está prohibido (trataré de fingir sorpresa) por la FIFA, pero esta forma de protesta tiene años de tradición en el deporte anglosajón, sobre todo después de casos como el de George Floyd. Este momento, como era de esperarse, se volvió viral.
Otro de los momentos poderosos del partido se vivió con la selección iraní, que enmudeció cuando comenzaron a sonar las estrofas del himno nacional del país persa. El estadio se vino abajo en abucheos, gritos y pitidos, la razón: el himno nacional de Irán es un canto a la revolución islámica, la misma que desde 1979 le quitó el derecho a decidir a las mujeres, sobre sus cuerpos, sus vidas y su libertad, haciendo retroceder al país en materia de derechos humanos. Todo esto en un contexto donde esta nación está viviendo las mayores protestas en años contra el régimen fundamentalista de Alí Jamenei.
Y mi pregunta es, ¿podrá Gianni Infantino acallar las voces de aquellos que se atreven a protestar?, lo dudo, mucho más ahora que la opinión pública y la presión internacional tienen tanto peso. Seguramente seguirá gobernando la desprestigiada FIFA, después de todo es el todopoderoso: es el único candidato a la presidencia de esta organización. Lo que si doy por sentado es que las protestas seguirán, no solo por parte de los jugadores, sino también por parte de la afición que llena (hay más carteles que personas) los estadios con carteles repletos de protestas.
Nosotros, mientras tanto, seguiremos disfrutando del deporte, que es lo que al final del día importa. Seguiremos disfrutando de todos esos memes, seguiremos apoyando a los que decidan alzar su voz y aportar un granito de arena para darle voz a aquellos que no tienen derechos en naciones como Qatar. Seguiremos sorprendiéndonos con triunfos como el de Arabia Saudita ante la poderosa Argentina o molestándonos con los errores del VAR, cantando goles. Solo eso, disfrutar del deporte más hermoso que existe.
In a single match, for example, there were two powerful moments. The first was when England players knelt in the build-up to the game to protest racism and the inhumane conditions of foreign workers in countries like Qatar. Kneeling is forbidden (I'll try to feign surprise) by FIFA, but this form of protest has years of tradition in Anglo-Saxon sport, especially after cases such as George Floyd. This moment, unsurprisingly, went viral.
Another powerful moment of the match came with the Iranian national team, which fell silent when the stanzas of the Persian country's national anthem began to play. The stadium collapsed in boos, shouts and whistles, the reason: the national anthem of Iran is a song to the Islamic revolution, the same one that since 1979 took away the right to decide to women, about their bodies, their lives and their freedom, making the country go backwards in terms of human rights. All this in a context where this nation is experiencing the largest protests in years against the fundamentalist regime of Ali Khamenei.
And my question is, will Gianni Infantino be able to silence the voices of those who dare to protest, I doubt it, especially now that public opinion and international pressure carry so much weight. He will surely continue to rule the discredited FIFA, after all he is the almighty: he is the only candidate for the presidency of this organization. What I do take for granted is that the protests will continue, not only by the players, but also by the fans who fill (there are more posters than people) the stadiums with posters full of protests.
We, meanwhile, will continue to enjoy the sport, which is what matters at the end of the day. We will continue to enjoy all those memes, we will continue to support those who decide to raise their voices and do our bit to give a voice to those who have no rights in nations like Qatar. We will continue to be surprised with victories like Saudi Arabia's against the mighty Argentina or getting upset with the VAR mistakes, chanting goals. Just that, enjoying the most beautiful sport there is.
| It's raining coffee in the field✨ |  |
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| Your Name: Strive for the impossible |  |
| Qatar 2022: ¿El Mundial de la polémica? |  |
Translated by me & also using Deepl
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Buenos días, @franchalad.
Muy buena es vuestra publicación destacando las implicaciones Mundialistas como una gran vitrina para exhibir causas sociales. La pelota como agente social tiene que ir ganando terreno y, sin lugar a dudas, en esta Copa del Mundo las reivindicaciones en favor de la igualdad, del respeto y las paz han sido protagonistas de varios juegos -y ya lo eran, incluso antes de que rodase el balón-. La misoginia, la homofobia y la violencia de todo tipo, tienen que terminar y si el futbol puede ser un agente que empuje cambios en esos derroteros, maravilloso.
Gracias por vuestro valioso aporte. ¡Un saludo!
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En mi opinión personal, los derechos humanos son algo que va más allá de religiones y culturas, trasciende lo que el hombre moralmente cree que es bueno para sí mismo, por lo que pedir que se respete una cultura islámica que reprime a las mujeres y a las personas solo por ser quienes son, parece una salvajada de la edad medieval, que bueno que varios seleccionados han decidido protestar (como lo hizo hoy Alemania) por la libertad de expresión, nadie merece ser castigado por ser quien es, por querer como quiere... Y mucho menos, por querer ir a ver un partido de fútbol. Excelente post hermano.
Interesante la situación de la realidad humana expresada a través del deporte. Las cuantiosas demostraciones de los fantásticos deportistas del fútbol y el acumulado del capital con una resonancia ensordecedora. La negación de la Galáctica Shakira al negarse particular en la apertura del espectáculo deportivo, también tiene un mensaje subliminal para los problemas que están en la agenda con carácter resaltante sobre los derechos humanos.
Aunque lo fundamental es saber si gozamos de la igualdad y quienes han Sido los favorecidos de asistir a la gala futbolística. Es una diferencia que se debe restar a la multitudinaria de Ocho mil millones de habitantes que no tienen acceso al mundial de fútbol.