Las bienvenidas... | DIARIO DE VIAJE

¡Oh...las bienvenidas! Uno de los momentos atesorables de cualquier viaje, las hay de varios tipos y todas indican, de algún modo, aquellas virtudes o miserias que has provocado en otros a lo largo de tu vida.

¿Marco, por qué miserias? Mi querido lector, porque las bienvenidas pueden ser lúgubres, en razón de un comportamiento no cónsono con lo políticamente correcto, que hayáis tenido en el pasado con aquél/aquella que te recibe.

En nuestro caso, tuvimos ambos tipos de bienvenida durante nuestros días 1 y 2 en el periplo que acabamos de emprender.

Si, estamos claros, los funcionarios de inmigración están en las fronteras para resguardar sus países, de personas "indeseables" o que contravienen las leyes en sus lugares de origen; pero eso no debiera ser excusa para ser descorteses. Puedes hacer el mismo trabajo de resguardo, sin ser un imbécil.

A nosotros nos tocó un funcionario mal encarado que nos hizo sentir como invasores; afortunadamente, la experiencia de la cual hablaba en mi publicación anterior, nos ayudó a sortear las agresivas preguntas y la actitud de manifiesta incomodidad por nuestro arribo a los EE.UU. Tal vez, debieran estos chicos ir a recibir clases de cortesía, con los funcionarios dominicanos, país donde hicimos escala y en el que nos hicieron sentir como turistas, a pesar de estar en tránsito.

Luego, tuvimos la otra bienvenida, la largamente esperada luego de un viaje de ¡20 horas! (Estos tipos que gobiernan Venezuela hicieron la magia de convertir algo simple que tomaba 4 horas en el desperdicio de dos cifras ya referido) y nuestra hija nos hizo sentir mediante sus mimos, el cariño bien habido que te alienta y reconforta, por saberte bien querido.

Una emoción indescriptible por el tiempo que teníamos sin estar juntos -por casi dos años- y que se manifiesta en el abrazo del reencuentro, el cuál se hace eterno y nunca quieres que se acabe...

...la foto que acompaña este post, da testimonio de ello: ¡Salud, mis estimados lectores!