Seamos los que siempre quisimos ser, gritemos al mundo lo que somos realmente por dentro, volvamos el cielo con más estrellas, nosotros.

El tiempo seguirá pasando y de eso estamos seguros, no valdrá la pena guardar un secreto bueno, y el sentimiento que tengamos amarrado en nuestro ser.

Ya dejemos de dudar de nuestra fuerza espiritual porque todos llegamos a ese punto en la vida en la que todo se vuelve más simple y dejamos que todo fluya, pero si aún no estamos ahí, hoy es el segundo para dejar explotar todo lo que realmente sintamos.

No carguemos más con el amor propio, dejémoslo caer y que todos vean cuánto nos amamos, que el daño Interno se cure y que nuestras risa sea la gracia que se vea el en interior de los demás.

«Gracias en tus ojos»