Alabemos a Dios por su fidelidad eterna. Salmo 105
Queridos amigos de la comunidad "DClub", hoy les comparto un nuevo mensaje sobre la fidelidad de Dios según su palabra en el Salmo 105.
Dios es fiel y los dichos de su boca son perpetuos, lo que Dios promete en una generación lo mantiene como pacto en todos los tiempos, y cuando llega el momento de cumplir, Dios hace florecer su fidelidad en medio de los tiempos. El Salmo 105 contiene el mensaje y la alianza que Dios había hecho con Abraham, Isaac y Jacob, para hacer de ellos una nación poderosa en la tierra y darles como herencia una tierra gloriosa. En el momento señalado, Dios cumplió fielmente su palabra a los patriarcas. Los primeros versos de este salmo nos exhortan a alabar a Dios por su fidelidad eterna y por las maravillas que hace para cumplir su palabra. Dios exige que le cantemos y que en medio de todos los pueblos de la tierra demos a conocer sus obras y maravillas. El Señor quiere que los corazones de todos sus hijos se llenen de alegría y le busquen por su poder. Como Dios estableció su alianza con Israel, así ha establecido su alianza con la Iglesia de Jesucristo, por el amor perpetuo de todos sus juicios, que son fieles y verdaderos. Alabemos al Santo de Israel y cantemos con alegría por su fidelidad.
Alabad a Yahveh, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras entre los pueblos.
2 Cantadle, cantadle salmos;
Contad todas sus maravillas.
3 Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
4 Buscad a Yahveh y su poder;
Buscad continuamente su rostro.
5 Recordad las maravillas que ha hecho
De sus maravillas, y de los juicios de su boca,
6 Oh vosotros, descendientes de Abraham, su siervo,
Oh hijos de Jacob, sus elegidos.
7 Él es el Señor, nuestro Dios;
Sus juicios están en toda la tierra.
8 Él se ha acordado de su pacto para siempre;
De la palabra que ordenó por mil generaciones
9 Que hizo con Abraham
Y de su juramento a Isaac.
10 Lo ha establecido a Jacob por decreto
A Israel como pacto eterno,
11 diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
como parte de tu herencia. Salmo 105: 1-11
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Qué grande y majestuosa es la fidelidad de Dios, que mostró su protección y cuidado con los hijos de Israel, que aunque eran pocos en número, el Señor los cuidó para que ninguna otra nación les hiciera daño, sino que los protegió de reyes poderosos hasta que el Señor levantó a su siervo José, que había sido tomado como esclavo en Egipto y puesto en prisión el Señor lo liberó para que se convirtiera en el gobernador de Egipto, segundo hombre más importante de esa tierra después del Faraón. Dios levantó a José como gobernador de la tierra y libró a los hijos de Jacob de toda la hambruna que había en la tierra de Canaán. José los llevó a Egipto como Dios le había dicho al padre Abraham para cumplir sus juicios y luego sacarlos de esa tierra a la tierra que les había prometido. Dios es fiel en sus juicios para liberar y proteger a sus hijos.
Cuando eran pocos en número,
y extraños en ella,
13 y vagaban de nación en nación,
De un reino a otro pueblo,
14 No consintió que ninguno los agraviara,
Y por ellos castigó a los reyes.
15 No toquéis, dijo, a mis ungidos
y no hagas daño a mis profetas.
16 Hizo caer el hambre sobre la tierra
y rompió todo el alimento del pan.
17 Envió a un hombre delante de ellos;
José, que fue vendido como siervo.
18 Le afligieron los pies con grilletes
su persona fue puesta en prisión.
19 Hasta la hora en que se cumplió su palabra,
La palabra de Yahveh lo puso a prueba.
20 El rey envió, y lo liberó
El señor del pueblo, y lo dejó libre.
21 Lo hizo señor de su casa
Y gobernador de todas sus posesiones.
22 Para que reprendiera a sus grandes como él quisiera
Y enseñar a sus ancianos la sabiduría.
23 Y entró Israel en Egipto,
Y Jacob habitó en la tierra de Cam. Salmos 105: 12-21
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Todo el tiempo que los hijos de Israel fueron esclavos en Egipto, Dios hizo que se multiplicaran en gran medida y que fueran odiados por los egipcios, para que Dios trajera juicios sobre ellos y mostrara a los egipcios que sólo hay un Dios que hizo los cielos y la tierra y su nombre es "Jehová". Dios castigó la maldad de los egipcios y protegió en gran medida a los hijos de Israel, que enviaron diez plagas sobre el faraón y todo Egipto para que entendieran que sus dioses son vanidades y no hay salvación para ellos. El Señor provocó con la última plaga la muerte de los primogénitos de los egipcios y del Faraón, hasta que sacó a su pueblo Israel de Egipto con plata, oro y libre de toda enfermedad. Alabemos a Dios por su fidelidad con la que cuidó de su pueblo en Egipto y con poder y gloria lo sacó de la tierra de servidumbre. En este salmo, el autor escribió:
Y multiplicó su pueblo en gran manera,
y los hizo más fuertes que sus enemigos.
25 Cambió sus corazones para que odiaran a su pueblo
para que pensaran mal contra sus siervos.
26 Envió a su siervo Moisés
Y a Aarón, a quien eligió.
27 Puso sobre ellos las palabras de sus señales
y sus maravillas en la tierra de Cam.
28 Envió las tinieblas, que oscurecieron todas las cosas;
No fueron rebeldes a su palabra.
29 Convirtió sus aguas en sangre
y mató sus peces.
30 Su tierra produjo ranas
Hasta en las cámaras de sus reyes.
31 Habló, y vinieron enjambres de moscas
y piojos en todas sus fronteras.
32 Les dio granizo como lluvia
y llamas de fuego en su tierra.
33 Destruyó sus viñas y sus higueras
y despedazó los árboles de su tierra.
34 Habló, y vinieron langostas
y pulgones sin número;
35 Y comieron toda la hierba de su tierra
Y devoraron el fruto de su tierra.
36 Hizo morir a todos los primogénitos de su tierra,
Las primicias de toda su fuerza.
37 Los sacó con plata y oro;
Y no hubo un solo enfermo en sus tribus. Salmo 105: 24-37
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Es muy gloriosa y admirable la fidelidad de Dios, que apenas sacó a Israel de Egipto, lo condujo por todo un desierto, en el que el Señor cuidó de él, de modo que de día lo protegía con una columna de nube, y de noche lo alumbraba con una columna de fuego. Dios es fiel para suplir toda necesidad, tan fiel fue su fidelidad en el desierto con los hijos de Israel, que les dio maná del cielo y agua de la roca en el desierto, que es Cristo. Con gran alegría sacó a su pueblo de Egipto y con regocijo a sus elegidos. Dios es fiel a su pueblo, ya sea Israel o la Iglesia del Señor.
Egipto se alegró de que salieran,
porque su terror había caído sobre ellos.
39 Extendió una nube como cobertura
y fuego para iluminar la noche.
40 Pidieron, y él trajo codornices;
Y los colmó de pan del cielo.
41 Abrió la roca, y brotaron aguas
corrieron por los lugares secos como un río.
42 Porque se acordó de su santa palabra
dada a su siervo Abraham.
43 Sacó a su pueblo con alegría;
Con regocijo a sus elegidos. Salmo 105: 38-43
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Dios no sólo mostró su fidelidad a Israel en el desierto para suplir sus necesidades, sino que Dios cumplió fielmente lo que había dicho a Abraham, Isaac y Jacob, que a sus descendientes les daría la tierra de Canaán como herencia. En este sentido, Dios hizo entrar a los hijos de Israel en la tierra prometida con gran poder y maravillas, en la que les dio sus estatutos y mandamientos para que los cumplieran y siguieran viendo la fidelidad de Dios hacia ellos. Dios es bueno y digno de ser alabado, pues todo lo que prometió a su siervo Abraham, Dios lo cumplió fielmente. A los hijos de Israel les quedaba cumplir y obedecer los estatutos y mandamientos que Dios les había dado por mano de Moisés.
Si queremos ver la fidelidad de Dios en nuestras vidas, sólo tenemos que obedecer su palabra y actuar según sus mandamientos. Todos conocemos el final de Israel, porque no cumplieron con lo que Dios les había mandado, de la misma manera, Dios alerta a la iglesia de Jesucristo para que sea muy cuidadosa en esto. Dios nos bendice, pero también nos manda a cumplir sus leyes.
Les dio las tierras de las naciones,
y los trabajos de los pueblos que heredaron;
45 Para que guardaran sus estatutos
Y para que guardaran sus leyes.
Aleluya. Salmo 105: 44-45
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