A medida que fui creciendo, las mismas manos que me acariciaban, que me daban cariño, fueron las que me causaron dolor y no, yo no entendía lo que pasaba.

Sólo era un niño perdido entre mis pensamientos, dibujando para mí un mundo libre de maldad. Por ello cada golpe que recibía de quien más amaba lo veía como un juego, un juego absurdo ya que me causaba dolor.

Reía entre lágrimas, mi mente estaba confundida y mis ojos reflejaban que yo no lo entendía. Me gritaba mientras me hacian llorar 😢 me decia a mi mismo que algo hice mal, pero yo no sabía que era.

Me perdía horas en mi soledad mirando hacía un punto fijo y le molestaba mi actitud. Quería verme "normal" y ya lo era, decía amarme pero me lastimaba y yo insisto, no lo entendía.

Aterrado gritaba: —¡no me gusta este juego papá! ¡ayúdame mamá!— mientras en un tanque de agua me sumergian de cabeza, lo hacían una y otra vez hasta que saliera sin llorar pero mi miedo lo impedía, yo era tan solo un niño confundido.

En la escuela otros niños eran muy extraños conmigo, jugaban a dejarme solo, jugaban a golpearme y decirme cosas feas —No entiendo sus juegos— yo decía. No entendia para nada la maldad de este mundo.

Me llamaron extraño, diferente e incluso enfermo y yo a nadie hacía llorar y mucho menos hacía llorar a quienes amaba, aunque algunas noches escuché a mi mamá llorando y preguntando el porqué, más supongo que no era por mi causa, pues ella me amaba, sí me amaba.

Habían días en que reíamos sin necesidad de esos juegos que me hacían llorar. Pero cuando mis limitaciones no me dejaban llegar más allá y lograr lo que ellos querían, pues simplemente terminaban las risas y los abrazos.

Yo nunca iba a las fiestas, mamá decía que no eran para mí, supongo por que quizás los otros niños tenían que quedarse con todos los caramelos y además yo era feliz de dejárselos todos a ellos, incluso el pastel, ya que yo no podía comerlo.

En mis cumpleaños, nunca hubo pasteles, eso me hacía daño y tampoco hubieron velas que soplar, pues podía quemarme, tampoco hubieron regalos, eso no era necesario, solo tuve un oso de peluche, el cual me acompañaba en las noches y abrazaba fuerte cuando había cambios en mis rutinas y me dan crisis.

Los vecinos le gritaban a mamá, que gente tan extraña y papá se fue de la casa, está de viaje hace muchos años, dijo no aguantar más, creo que se refería a necesitar unas vacaciones. Mamá lloraba por él, pero al tiempo consiguió un buen amigo, ese amigo es tan bueno, que la acompaña a dormir para que no se sienta sola.

Ese amigo de mi mamá me quiere, a su manera pero lo hace, a veces me mira como extrañado y otras veces me hace llorar pero sé que es un juego, me ha dicho que nuestro juego es un secreto y no puedo contárselo a nadie, así que no diré nada más sobre ello.

En estos días, me enteré de una buena noticia, seré hermano mayor, mamá tendrá otro bebé, espero que sea mejor que yo y que con él o ella no jueguen como conmigo, que solo lo hagan reír, pero que no lo hagan reír mientras llora y muchos menos lo golpeen las mismas manos que lo acaricien.

_{Pixabay - cortesía de Alexas-Fotos}

Dedicado a todos los niños del mundo que sufren abusos o maltrato. En especial a los niños autistas que son víctima de violencia en su hogar y entorno, por el simple hecho de no ser comprendidos.