No basta con que se haya perdido el amor, porque la costumbre, el día a día, desprenderte de esa otra familia con la que has compartidos momentos, e inclusive comunicárselo a la de uno, hace más difícil su culminación. No sé si a alguien le ha pasado lo que a mí, pero lamentablemente la muerte prematura de mi espectacular Padre, una de las personas más hermosas que Dios pudo colocar en mi vida, él se marchó una mañana de un 05 de julio… ya no quiero ni recordar el año y ni siguiera tuve la oportunidad de despedirme de él, es el episodio más terrible que me ha pasado.

Cuando lograron contactarme, había fallecido, yo vivo en Barcelona-Edo. Anzoátegui, mi familia materna en Cumana-Edo. Sucre. No podía entender lo que pasaba, creí estar en una pesadilla, yo me decía, ¿qué paso, si era un hombre sano? hasta ayer conversaba con él por teléfono, había fallecido de un infarto fulminante. Ya para ese entonces mi matrimonio pendía de un hilo. Mientras transcurría el sepelio, me pregunte ¿qué estoy esperando para terminar de tomar la decisión de divorciarme? Para desatar esas cadenas, sacudir ese miedo a lo nuevo, al futuro... por eso le digo:

Me dije: “@dorytagil la vida es efímera, se acaba en un segundo”. Estaba sentada al lado de mi padre, en un ataúd, con el cual físicamente no volveré a hablar más. Tuve la dicha de disfrutar, nos amó y lo seguiremos amando de aquí hasta la eternidad. Cuando informe a mi madre de la decisión de divorciarme, me dijo: “tu papá ya sabía antes de morir que eso iba a ocurrir, y yo te apoyo en lo que desees hacer”. Acoto, planifique su nueva vida. Jamás pensé que la muerte de mi padre me iba a dar ese empujoncito que necesitaba para decir: