Ser autosuficiente en crisis | Aprendiendo de la naturaleza

Mis mas cordiales saludos a todos los miembros de la comunidad de Catarsis, esta será la primera publicación que comparto con ustedes, debo confesar que me parece muy atinado el nombre de la comunidad, porque creo que son muchos los que buscan un espacio o persona con quien hace catarsis. En lo personal he practicado la catarsis varias veces, pero nunca lo he hecho público, así esta será la primera vez que lo hago y de paso de manera digital, pero me anime luego de leer algunas de sus publicaciones, como se expresan, lo que comparten y muchas de sus buenas reflexiones.

En definitiva, estos son tiempos para practicar muy seguido la catarsis, debido a la pandemia y las crisis que viven los países como consecuencia, afectando tantos aspectos de la cotidianidad. En mi caso una de las cosas que mas ocupa mi mente es la autosuficiencia, tanto temporal, como espiritual, y hubo momentos donde mis pensamientos empezaron incluso afectar mis emociones, al ver que se hacia cada vez mas cuesta arriba ser autosuficiente temporalmente.

Un día conversando como familia, llegamos a la conclusión de que debíamos hacer algo para despejar la mente y liberarnos de esos sentimientos dañinos, decidimos salir porque era mucho encierro en casa cuidándonos de no enfermanos, y por fin nos animamos a ir a un parque muy popular cercano a la ciudad donde vivo, porque nos enteramos por la prensa digital, que las puertas del parque habían sido abiertas nuevamente al publico en general, con ciertos controles para aplicar la bioseguridad.

Este parque tiene muchos atractivos, canchas deportivas, amplias áreas verdes, concha acústica, caminerías, gimnasios al aire libre, parque de bicicletas, parque infantil y animales silvestres como la ardilla, la iguana y el picure. Luego de entrar al parque notamos que estaba bastante solo, algo que nos resulto impactante, porque fuimos un sábado en la mañana, y es el día y la hora cuando esta mas lleno, fue ciertamente triste ver como la pandemia afecto inclusos las actividades al aire libre. Luego de caminar un rato, no dirigimos al parque infantil, y le dije a mis hijos que sería genial interactuar nuevamente con las ardillas del parque que siempre abundan en esa parte.

En ese momento recordé que las ardillas estaban muy acostumbradas a interactuar con las personas, siempre que uno les diera de comer, se acercaban con cautela y se retiraban rápidamente luego que les dabas algo de comida. No habían pasado 2 minutos de haberme sentado a observa a mis hijo jugar en el parque cuando ya tenias varias ardillas cerca, expectantes, buscando algo de comer; tome algo de pan y le di a la más cercana, y para mi sorpresa no se fue como solían hacerlo, se quedo y comió y espero que le diera más, incluso se montó en mi pierna y allí comió un largo rato de todas las veces que le di pan, hasta que creo quedo satisfecha porque se fue.

Este momento me puso a pensar, que estos pequeños animales habían dejado de ser autosuficientes, y quizás se habían hecho dependientes de los restos de comida que las personas dejaban en el parque, y de lo que compartían con ellas, sin verse en la necesidad de buscar frutos en la naturaleza. Pensé en que mal que la pandemia también les había afectado a ellas, y que quizás las nuevas ardillas que nacieron bajo ese estilo de vida, no sabrían como recolectar y alimentarse naturalmente. Caminé un poco para observar mas con detalle, y vi que había muchas mas ardillas en los árboles que no bajaron hasta donde estábamos para pedir.

Ellas se adaptaron y de seguro volvieron a lo que era su naturaleza, recolectar y ser autosuficientes. Esa pequeña experiencia me acompaño por el resto del día, dejando en mí una satisfacción y un sentimiento de profunda gratitud, primeramente, con Dios por qué no se olvida de su creación, y segundo porque a estos pequeños animales les fue posible superar sus dificultades, y pensé de inmediato que, si ellas pudieron, también nosotros, solo era necesario continuar luchando y trabajando, construyendo oportunidades y nunca dejando de ser agradecidos con lo alcanzado.

Salimos más relajados, felices y siendo más agradecidos con lo que tenemos, y con las baterías recargadas para continuar trabajando por nuestra auto suficiencia, confiando en Dios, seguros de que nuestros esfuerzos rendirían frutos para cubrir todas nuestras necesidades.