Saludos amigos de @holos-lotus.

¿Dónde dejé el teléfono?, No encuentro mis lentes; ¿Qué vine a hacer a la cocina?; se me olvidó llamar al mecánico; ¿Cuál es esa palabra… la tengo en la punta de la lengua?

¿Sabes de qué te hablo? Sí, de esos olvidos que a diario que nos generan molestia con nosotros mismos y los demás, que también nos hacen dudar de nuestra salud mental y que además nos hacen perder un tiempo valioso.

De hecho, hace pocos años cuando estas cosas sucedían muchas personas comenzaron a decir cosas como: el viejo Alzheimer me está visitando, menos mal que cada día se escucha con menos frecuencia y lo digo porque recordemos que nuestro cerebro está atento a cada mensaje que le enviamos y este no es un mensaje favorecedor.

Para muchos, estos olvidos vienen con la cumplidera de años, es decir son parte natural en el proceso de envejecimiento y el asunto tiene su lógica porque así como los músculos, las articulaciones y cada parte del cuerpo se resienten con el paso del tiempo los procesos mentales como la memoria y el recuerdo también pueden verse afectadas.

Sin embargo, en esto de la memoria, cuántas veces no nos asombramos al escuchar a personas “bien mayorcitas” trayendo al presente las experiencias vividas, o nos admiramos por la claridad de pensamiento al hilvanar un discurso con coherencia y sin que ninguna palabra se quede bajo llave en el archivo memorial ¿son personas especiales o han hecho algo especial para que esto sea posible?

La ciencia sigue avanzando y posiblemente en algún momento tendremos respuestas más concretas, por lo pronto, hoy hablamos con mayor frecuencia de la neuroplasticidad, esa maravillosa capacidad que tiene nuestro cerebro para aprender y modificarse a partir de las experiencias y los estímulos que le proporcionemos y lo mejor es que esta capacidad no tiene edad.

Tomando esta idea y retomando los olvidos cotidianos, en mi más profundo yo, quiero creer que lo de los olvidos cotidianos es más un asunto de atención, concentración, e interés personal.

Ayer, hablando con mi hija (28 años), me comentaba que había suspendido la suscripción de un programa que tenía dos meses, que no utilizaba, en la repuesta a su solicitud decía que le enviarían un correo para que confirmara la acción. Le llegó el correo, en ese momento no lo respondió porque estaba trabajando y luego se le olvidó. Resultado, le cobraron el monto estipulado.

Mi hermana el domingo pasado fue a buscar un mensaje en su teléfono para leérnoslo, enseguida comenzó a lamentarse porque se le quedaron los lentes en su casa, al rato se dio cuenta que los tenía en la cabeza.

Con alguna frecuencia me sucede que estoy trabajando, aquí en la computadora y de pronto, pasa un pensamiento tipo ráfaga, me paro y cuando llego a la cocina o al cuarto ya no recuerdo a que fue que me paré.

¿Es enfermedad, es para preocuparse, es un mensaje de alerta? Para determinar esto, tenemos que observarnos muy bien y si realmente sospechamos que hay un deterioro en la memoria, lo más conveniente es buscar ayuda profesional especializada.

Pero en esta autoobservación también presta atención a cómo actúas: estas la mayor parte del tiempo en modo automático, quieres hacer muchas cosas a la vez, tienes organizado tu hogar y lugar de trabajo donde cada objeto tiene su puesto específico, también es bueno observar los niveles de estrés y cómo lo manejamos, la calidad de nuestro sueño y descanso, alguna situación problemática. Si te animas, lleva lista de lo que olvidas y encuentra el porqué de ese olvido, allí puedes hallar claves de lo que está pasando.

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Mientras te estudias a fondo, estimula tu memoria al máximo, tu cerebro te lo agradecerá y tu salud integral también: ponte retos cotidianos, juega, reúnete y conversa, lee, escribe, estudia algo que te guste, practica la atención plena, la gimnasia cerebral, baila, busca un nuevo hobby, en fin, proponte a mejorar esa memoria cotidiana practicando todo aquello que sabes que ayuda la ayuda y fortalece.

Alguna vez leí que si uno se daba cuenta que estaba perdiendo la memoria significa que no la estás perdiendo.

Greetings friends of @holos-lotus.

Where did I leave my phone, I can't find my glasses; What did I come to do in the kitchen; I forgot to call the mechanic; What's that word... it's on the tip of my tongue?

Do you know what I'm talking about? Yes, of those forgetfulness that we have daily that generate annoyance with ourselves and others, that also make us doubt our mental health and that also make us lose valuable time.

In fact, a few years ago when these things were happening many people began to say things like: the old Alzheimer is visiting me, thank goodness that every day is heard less frequently and I say this because let's remember that our brain is attentive to every message we send and this is not a favorable message.

For many, this forgetfulness comes with the passing of years, that is, it is a natural part of the aging process and the matter has its logic because just as the muscles, joints and every part of the body suffer with the passage of time, mental processes such as memory and recall can also be affected.

However, when it comes to memory, how many times are we not amazed to hear people “well grown up” bringing back to the present the experiences they have lived, or how many times we admire their clarity of thought when they string together a speech with coherence and without any word being locked in the memory file? Are they special people or have they done something special to make this possible?

Science continues to advance and possibly at some point we will have more concrete answers, for now, today we speak more frequently of neuroplasticity, that wonderful ability that our brain has to learn and modify itself from the experiences and stimuli that we provide and the best thing is that this ability has no age.

Taking this idea and returning to daily forgetfulness, in my deepest self, I want to believe that daily forgetfulness is more a matter of attention, concentration, and personal interest.

Yesterday, talking to my daughter (28 years old), she told me that she had suspended the subscription of a program that she had not used for two months, in the reply to her request it said that they would send her an email to confirm the action. He received the email, at that time he did not respond because he was working and then he forgot. As a result, she was charged the stipulated amount.

Last Sunday, my sister went to look for a message on her phone to read it to us, she immediately started to complain because, she left her glasses at home, after a while she realized that she had them on her head.

With some frequency it happens to me that I am working, here at the computer and suddenly, a burst of thought happens, I stop and when I get to the kitchen or to the bedroom I don't remember what I stopped for.

Is it a disease, is it something to worry about, is it a warning message? To determine this, we have to observe ourselves very well and if we really suspect that there is a deterioration in memory, the most convenient thing to do is to seek specialized professional help.

But in this self-observation also pay attention to how you act: you are most of the time in automatic mode, you want to do many things at once, you have organized your home and workplace where each object has its specific position, it is also good to observe the levels of stress and how we handle it, the quality of our sleep and rest, any problematic situation. If you dare, keep a list of what you forget and find the reason for that forgetfulness, there you can find clues to what is happening.

While you study yourself thoroughly, stimulate your memory to the maximum, your brain will thank you and your overall health as well: set yourself daily challenges, play, meet and talk, read, write, study something you like, practice mindfulness, brain gymnastics, dance, find a new hobby, in short, propose to improve your daily memory by practicing everything you know that helps and strengthens it.

I once read that if you realize that you are losing your memory, it means that you are not losing it.