Añoranza: lo que era y no lo que es//Homesickness: what it was and not what it is [ESP-ING]

En cada ciudad siempre hay lugares especiales que la caracterizan, algo de lo cual te puedes enorgullecer, sitios donde históricamente se han cultivado ciertas actividades que le dan vida a la comunidad y que la enriquecen en su acervo cultural. Uno de estos sitios icónicos en la ciudad de Maracay, Venezuela es la Maestranza César Girón, en su momento fue símbolo de festividad, independientemente, que hoy en día la actividad taurina, por su carácter de maltrato animal sea una actividad completamente reprochable.

Sin embargo, la Plaza de toros sigue siendo para los maracayeros un lugar de esparcimiento, un lugar que forma parte de la cultura nacional y regional, un pedazo de nuestra historia y arraigo local. Al estar anclada en el centro de la ciudad hace que sea un espacio de constante tránsito peatonal.

La maestranza César Girón fue diseñada por uno de los arquitectos venezolanos más reconocidos, Carlos Raúl Villanueva, quien se inspiró en la Plaza de Toros de Sevilla para diseñar su obra, la cual inaugurada en el año 1933. La Plaza debe su nombre a uno de los grandes toreros venezolanos, el aragüeño César Girón que, dejó como legado un pase taurino llamado la Girondina, inmortalizada en la escultura que recibe a los visitantes de la Plaza.

Sirva todo este preámbulo para mi catarsis de hoy ¿Por qué cómo un lugar tan significativo para una comunidad se pierde en la desidia? En días pasado tuve la oportunidad de estar un rato en la plaza, no era la intención original, iba a hacerme un RX en un edificio cercano, mi esposo me dejó y se fue a hacer unas compras, salí casi de inmediato y me fui con mi cámara a la Plaza a hacer algunas fotos. Casi decepción total.

Hace algo más de seis años mandaron a desocupar todos los locales porque la iban a recuperar y, si bien es cierto, que la pintaron, fue solo maquillaje de facha, por donde metes la cabeza el deterioro es mayúsculo, lo que logras ver de su parte interior es deplorable y en los al rededores los bancos son las camas de los indigentes. Uno de sus espacios emblemáticos es una “cuevita”, un café, donde están dibujadas unas caricaturas con personajes que representan la música, la pintura, el cine y la literatura la verdad es que no sé si puedan resistir el paso del tiempo, lo que sí recuerdo es que era un lugar acogedor para visitarlo y compartir.

Porque la Maestranza no era solo lidia de toro, con un aforo para 7000 personas se convirtió en un espacio ideal para grandes eventos y la presentación de artistas nacionales e internacionales, por ejemplo: disfruté con mi mamá un concierto de la dulce Rocio Durcal, fui a una presentación del querido y recordado Simón Díaz, llevé a un grupo de mis alumnos de 6to grado a un concierto de Karina, disfruté de Yordano y Melisa, en fin la Plaza de Toros César Girón eran para nuestra ciudad un lugar de encuentro cultural.

Para escapar del sentimiento que me embargaba decidí fotografiar los hermosos árboles que la refrescan y llevar mi mirada al teatro ateneo que está diagonal a la plaza, el lugar lo están recuperando, ya lo pintaron y me pareció que vi obreros trabajando por dentro.

Este teatro me trae bellos recuerdos entre ellos que allí tuve una presentación, estaba en tercer año de bachillerato (hace ya tiempito) y la profesora montó una obra del recordado Aquiles Nazoa, “La cenicienta al alcance de todos”, una sátira en versos que me encantaba. La presentamos en el liceo y quedó tan buena que nos invitaron a participar, con otros grupos de teatro de la región en un evento en el teatro. Todo fue un éxito, yo tenía el papel estelar, era la cenicienta, jajajaja… un bello recuerdo.

Estaba en esas tomas cuando apareció mi esposo, él también quería hacer sus fotografías así que nos pusimos en ello con buen ánimo, pasamos un rato agradable, curioseando por distintos lados y yo tratando de captar aquello que me resultase bonito para presentarlo en éste post y para que en mi recuerdo se mantenga en lo que era y no lo que es.

In every city there are always special places that characterize it, something you can be proud of, places where historically certain activities have been cultivated that give life to the community and enrich its cultural heritage. One of these iconic sites in the city of Maracay, Venezuela is the Maestranza César Girón, in its time was a symbol of festivity, regardless, that today bullfighting activity, for its character of animal abuse is a completely reprehensible activity.

However, the bullring continues to be for the people of Maracay a place of recreation, a place that is part of the national and regional culture, a piece of our history and local roots. Being anchored in the center of the city makes it a space of constant pedestrian traffic.

The César Girón bullring was designed by one of the most renowned Venezuelan architects, Carlos Raúl Villanueva, who was inspired by the Seville Bullring to design his work, which was inaugurated in 1933. The Plaza owes its name to one of the great Venezuelan bullfighters, the Aragonese César Girón, who left as his legacy a bullfighting pass called the Girondina, immortalized in the sculpture that welcomes visitors to the Plaza.

Let this preamble serve as a preamble for my catharsis today. Why is it that such a significant place for a community is lost in neglect? In recent days I had the opportunity to spend some time in the Plaza, it was not the original intention I was going to get an RX in a nearby building, my husband left me and went to do some shopping, I left almost immediately and went with my camera to the Plaza to take some pictures. Almost total disappointment.

More than six years ago they ordered to vacate all the premises because they were going to recover it and, although it is true that they painted it, it was only a facade makeover, where you put your head the deterioration is huge, what you can see of its interior is deplorable and in the surroundings the benches are the beds of the homeless. One of its emblematic spaces is a "cuevita", a café, where caricatures are drawn with characters representing music, painting, cinema and literature, the truth is that I do not know if they can stand the test of time, what I do remember is that it was a cozy place to visit and share.

Because the Maestranza was not only bullfighting, with a capacity for 7000 people it became an ideal space for big events and the presentation of national and international artists, for example: I enjoyed with my mom a concert of the sweet Rocio Durcal, I went to a presentation of the beloved and remembered Simón Díaz, I took a group of my 6th grade students to a concert of Karina, I enjoyed Yordano and Melisa, in short the Plaza de Toros César Girón was for our city a cultural meeting place.

To escape from the feeling that overwhelmed me I decided to photograph the beautiful trees that refresh it and take my eyes to the Ateneo theater that is diagonal to the square, the place is being recovered, they already painted it and it seemed to me that I saw workers working inside.

This theater brings me beautiful memories among them that I had a presentation there, I was in my third year of high school (a long time ago) and the teacher staged a play by the remembered Aquiles Nazoa, "La cenicienta al alcance de todos", a satire in verses that I loved. We presented it at the high school and it was so good that we were invited to participate, with other theater groups in the region, in an event at the theater. Everything was a success, I had the starring role, I was Cinderella, hahahaha ... a beautiful memory.

I was in those shots when my husband appeared, he also wanted to take his pictures so we got into it with good spirits, we had a nice time, browsing around and I tried to capture what I found beautiful to present it in this post and to keep in my memory what it was and not what it is.

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Fuente de imágenes: Archivo personal