4 pasos para ahuyentar clientes||4 Steps to Drive Away Customers

Saludos amigos de @beentrepreneur.
Recientemente, visité un negocio que abrieron muy cerca de mi vivienda, es un taller de costura, ya mi esposo me había comentado que era una emprendedora que no era del sector y que entre los servicios que ofrecía estaba el de reparar prendas de vestir, servicio que él ya ha utilizado y había quedado muy conforme.
Yo requería que me terminara un trabajo de bordado que realicé, aplicándole una tela de algodón y un encaje. Yo tengo mi costurera y también está en el sector, aunque una muy alejada de la otra, pero pensando en el apoyo a los nuevos emprendimientos me decidí ir a conocer a la nueva emprendedora, les cuento brevemente la experiencia.
El negocio tiene una reja en la entrada, llegué y saludé con mi mejor ánimo, la persona que estaba allí, la costurera estaba trabajando en su mesón, levantó la vista con su mejor expresión de quien dice: — Qué fastidio, no ves que estoy trabajando—, acompañada de las palabras: —Si dígame, ¿qué quiere?
Comencé explicarle lo que quería que realizara, dejo lo que estaba haciendo y se acercó a la reja, me pidió que le mostrara. Allí parada y con una reja de por medio, comencé a sacar telas y encajes, en el aire traté de organizar las tres piezas para que mi explicación se comprendiera. Miró, evaluó y sus siguientes palabras fueron: son 10 dólares.
A continuación recogí mis telas para meterlas en la bolsa que tenía bajo el brazo, le di las gracias y me encaminé hacia mi costurera de siempre. ¿Qué pasó, por qué no le dejé el trabajo a ella; fue por el precio que me dio?
Te comento los cuatro errores observados y que me ahuyentaron de este negocio.

1.- La actitud. Dicen que la actitud lo es todo, quizás no sea completamente cierto, pero de entrada una buena actitud puede marcar la diferencia entre captar un cliente o que este siga su camino. En el caso que les presento la actitud de la costurera fue de poca receptividad, ni siquiera respondió el saludo y estoy hablando de las primeras horas de la mañana. Amanecer con tanta apatía es un mal indicador de la actitud emprendedora.
2.- Condiciones inadecuadas: ¿Cómo es que no le abres la puerta a un posible cliente para que exponga lo que desea, lo dejes detrás de la reja, creando una situación incómoda para ambos? Posiblemente, la respuesta puede estar en el tema de la inseguridad, que aun siendo válido como prestador de un servicio, es conveniente crear condiciones mínimas que brinden comodidad al posible cliente.
En el caso de esta emprendedora si tanto es su temor, tiene que inventarse algo para que el cliente no se quede de pie y saque las telas en el aire para explicar lo que quiere, la verdad es que no me imagino queriendo mandarme a hacer un pantalón o una blusa y que me tome las medidas detrás de la reja.
3.- Barreras comunicacionales. Conocer la naturaleza de nuestro emprendimiento es fundamental, si es un servicio que va más allá de entregar un producto como pudiera ser una bodega de víveres, donde pides el jabón de tu marca preferido y te lo entregan sin más puede ser válido, pero cuando se trata de un servicio personalizado como es la costura, una peluquería, decoración de fiestas, y muchísimos más el asunto cambia notablemente.
El cliente desea expresar con detalles lo que quiere y como lo quiere, es decir desea conversar, ser escuchado, intercambiar ideas de posibilidades, en fin la conversación te permite ir conociendo a los posibles clientes y sus necesidades personales, la parquedad en el uso de la palabra, definitivamente no es una buena estrategia.
4.- Hablar de dinero. Soy respetuosa de los precios que fija cada quien a sus productos y más cuando son “artesanales” y me gusta llegar a sitios donde el precio del producto o servicio este visible, pero hay emprendimientos donde esto no es posible porque todo depende de la solicitud del cliente, como es el caso de la costura.
Sin embargo, he observado que hay cierto protocolo que hace de este momento algo natural que fluye sin ser “chocante” y por lo general es dejar que sea el cliente el que pregunte, lo cual también da la oportunidad para agregar productos sin presionar.
Por ejemplo en estos días llamé a un albañil para que hiciera la reparación de una pared de mi casa, luego de observar y decir lo que iba a realizar le pregunté por los materiales, me dio la lista de lo que debía comprar y finalmente le pregunté por cuanto me haría el trabajo, el precio que dio me pareció justo por lo que le pregunté en cuanto pintaba todo el corredor, me gustó el precio y le agregamos un sector del techo.
Con esto quiero resaltar que al cliente le gusta sentir que maneja la situación, que tiene la posibilidad de decidir, que vamos negociando una transacción, que me des el precio sin que yo te lo pida es una forma muy clara y tajante de cerrar el capítulo, una manera de decirle al cliente: No me interesa tu necesidad.


Greetings, friends of @beentrepreneur.
Recently, I visited a business that opened very close to my house. It's a sewing workshop. My husband had already told me that it was run by an entrepreneur who wasn't from the industry and that among the services she offered was clothing repair, a service he had used and was very satisfied with.
I needed her to finish an embroidery project I had done, applying cotton fabric and lace. I have my own seamstress, and she's also in the area, although we live quite far apart. But thinking about supporting new businesses, I decided to go and meet the new entrepreneur. I'll briefly tell you about the experience.
The business has a gate at the entrance. I arrived and greeted her with my best attitude. The person there, the seamstress, was working at her counter. She looked up with the best expression of someone who says, "What a nuisance, can't you see I'm working?" followed by the words, "Yes, tell me, what do you want?"
The business has a gate at the entrance. I arrived and greeted her with my best smile. I began explaining what I wanted her to do. She stopped what she was doing and approached the fence, asking me to show her. Standing there with the fence between us, I started taking out fabrics and lace, trying to arrange the three pieces in the air so my explanation would be clear. She looked, assessed, and her next words were: "That'll be 10 dollars."
Then I gathered my fabrics to put them in the bag under my arm, thanked her, and headed to my usual seamstress. What happened? Why didn't I leave the job to her? Was it because of the price she quoted?
I'll tell you about the four mistakes I observed that drove me away from this business:

1.- Attitude. They say attitude is everything. Perhaps that's not entirely true, but a good attitude can certainly make the difference between attracting a client and them walking away. In the case I'm presenting, the seamstress's attitude was unreceptive; she didn't even return the greeting, and I'm talking about the early hours of the morning. Waking up with such apathy is a bad indicator of an entrepreneurial attitude.
2.- Inadequate conditions: Why not open the door to a potential client so they can explain what they want? Instead, you leave them behind the gate, creating an uncomfortable situation for both of you. The answer likely lies in the issue of insecurity. While this is valid as a service provider, it's advisable to create minimum conditions that provide comfort to the potential client.
In this entrepreneur's case, if she's so afraid, she needs to come up with something so the client doesn't have to stand there holding up fabrics in the air to explain what she wants. Frankly, I can't imagine wanting to have pants or a blouse made and having my measurements taken behind the gate.
3.- Communication barriers. Understanding the nature of our business is fundamental. If it's a service that goes beyond simply delivering a product, like a grocery store where you order your favorite brand of soap and they hand it to you without further ado, that might be acceptable. But when it comes to personalized services like sewing, hairdressing, party decorating, and many more, the situation changes significantly.
The client wants to express in detail what they want and how they want it; that is, they want to talk, be heard, exchange ideas about possibilities. In short, conversation allows you to get to know potential clients and their personal needs. Being terse is definitely not a good strategy.
4.- Talking about money. I respect the prices that everyone sets for their products, especially when they are "handmade," and I like to go to places where the price of the product or service is visible. However, there are businesses where this isn't possible because everything depends on the client's request, as is the case with sewing.
However, I've noticed a certain protocol that makes this moment feel natural and fluid, without being jarring. It generally involves letting the client ask the questions, which also provides an opportunity to add products without being pushy.
For example, recently I called a bricklayer to repair a wall in my house. After observing the work and explaining what I needed done, I asked about the materials. He gave me a list of what I needed to buy, and finally, I asked him how much the job would cost. The price he quoted seemed fair, so I asked how much he would charge for painting the entire hallway. I liked the price, and we added a section of the ceiling.
With this, I want to emphasize that clients like to feel in control, that they have the ability to decide, that we're negotiating a transaction. Giving me a price without me asking is a very clear and decisive way of closing the chapter, a way of telling the client: I'm not interested in your needs.

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Fuente de imágenes: Elementos Canva



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Be Entrepreneur



You don’t deserve to be treated that way, I’m really sorry about what happened.
In business, a good attitude and how you relate with potential clients matter a lot. With an experience like this as your first impression, I wouldn’t be surprised if you choose not to visit her shop again.
Warm regards.✨
Coincido en todo lo que expones, amiga.
Si no nos hacen sentir cómodos, es seguro que nos iremos a otro sitio.
Recuerdo que mi madre era costurera, y desde niña me acostumbré que lo primero que hacía ella después de levantarse, y hacer café, era abrir la puerta de la casa de par en par... teníamos un jardín cercado y la reja de éste frente a varias escalinatas que iban directo al porche. En la entrada un cartel que decía "Modista". Cuando las clientas llegaban, mamá me decía que les abriera, las hiciera pasar a la sala y les brindara un café mientras ella salía de su cuarto de costura para atenderlas. La querían mucho, y recuerdo que siempre que mandaban a hacer algo, algunas le decían: "Señora Rosa, y este retazo de tela es para que le haga un vestidito a Anita", jajajaja.
En la comunidad donde resido he realizado varios trabajos, específicamente reparación de PC, lo hago porque cuento con la Certificación reglamentaria, no es un emprendimiento, es más bien un hobby… No es que me genere ingresos, lo hago a gusto. Mis vecinos por lo general me pagan con su propia manufactura: miel de arce, tartas de mantequilla, Nanaimo, galletas y pan. Una de las cosas que me ha servido para llegar a más miembros de la comunidad, ha sido hacer todo en sus propias viviendas, ellos mismos buscas lo necesario para repararles sus máquinas que algunas con un simple mantenimiento es suficiente.
La comunicación es muy importante, pero la honestidad en lo que verdaderamente se necesita para poner los equipos a punto es lo máximo. Las sustituciones de tarjetas, discos, …, a ellos les dejó lo reemplazado —jamás me quedo con lo sustituido—. Las licencias necesarias para el software que se necesita, se adquiere en línea por ellos mismos, no intervengo en nada que involucre dinero. Siempre llego a casa con algo delicioso y natural que comer…
¡Ah!, el horario… No es una obligación, aquí la gente es muy considerada y como vecinos nos apoyamos. Todo se hace por mutuo acuerdo y por lo general en fines de semana.
No hay cultura de atención al cliente y donde vayas te tratan así. Ni siquiera alzan los ojos para mirarte.No entiendo como una persona así puede emprender.
Apoyo tu planteamiento
Saludos amiga @damarysvibra