Desde que nacemos vamos construyendo sueños que con el pasar del tiempo se van transformando y otros los vamos palpando, cada ser humano es un cúmulo de sentir y hacer allí el papel de los padres cumple una función esencial sobre todo la madre.

El seno familiar se convierte en la columna vertebral de nuestros anhelos ya sea para construir destruir motivar o ayudar y aunque la sociedad actual es un completo caos en el significado que se otorga a la maternidad, nuestros hijos comprenden la luz del futuro, es por ello que como forjadoras de su hacer debemos aparcar sus sueños y ser acompañantes de sus procesos.

Desde que los hijos van creciendo se diferencian por sus anhelos y es allí donde comienza la batalla por la victoria y el deseo de que su felicidad pueda ser más plena que la propia sobre todo en el campo de oportunidades que puedan conseguir en su día a día.

En el inicio de la maternidad todo parece ser pleno pero las adversidades rápidamente nos van contraponiendo con la tristeza y es allí donde comienzan las dificultades al momento de criar a nuestros primogénito, en ese sentido cuando empiezan a desarrollarse como individuos y demuestran sus gustos y lo que desean ser, comenzamos a replantar el terreno para hacérselos más fácil, sin embargo olvidamos prepararlos para las adversidades y es por esta razón que la llamada generación de cristal cada vez es más débil aunque las nuevas costumbres le han permitido ser multifacéticos.

En función de esto en el campo de la maternidad de forma personal me ha tocado lidiar no solo con el hecho de que mis hijos logren sus sueños como futbolistas sino asumir otros como el dibujo y la danza pero pese a poder contraponerlos a escoger una sola actividad creo que el poder experimentar diferentes ámbitos, donde muestren su talento los ayudará a construir su futuro.

El proceso de apoyo como madre comprende organización anticipación responsabilidad trabajo en equipo y pasión debido a que todo debe estar cronometrado en función de un tiempo que no solo abarca las actividades de mis hijos sino de mi trabajo y el hogar además adelantar la mayor cantidad de tareas escolares para poder hacer posible el cumplimiento en cada faceta lo cual se resume a un trabajo conjunto que ayude a vivir la pasión por los deseos.

Todas las madres apoyamos a nuestros chamos y creo que poder ser una herramienta para que estos logren ser sujetos activos y felices es algo que se logra desde su nacimiento y mientras construye su personalidad por tanto seamos madres dignas responsables y acreedoras de poder impulsar una sociedad donde nuestros hijos sean productivos y aportantes positivos.

Adicional a ellos dejar de ser mezquinos en el logro de los objetivos personales pues vivimos en sociedad y la sociedad implica ayudar los unos a los otros eso me lo ha enseñado el fútbol y la danza no se trata solamente de nuestros hijos se trata de los hijos de todos que también son parte de la sociedad lo cual implica una relación de vivir con nuestros primogénitos.

Sigamos construyendo sueños, no solo para nuestros hijos, sino para los hijos de todos, ayudemos sin pensar a quién o para que, seamos gestoras de grandes personas y tendremos la sociedad que hasta ahora se vuelve impensable.

Que lindo ser parte de los sueños del mundo.