Accepting cycles// Aceptando ciclos

Comencé a escribir estas líneas, sin tener organizadas mis emociones, simplemente decidí expresar lo difícil que resulta para el ser humano aceptar la muerte.

Tras la llegada del virus hemos sacado muchas versiones de nosotros que quizás no conocíamos,nos volvimos más humanos, sensibles e incluso humildes y todo esto por los golpes fuertes que hemos recibido, simplemente la visita constante de la muerte nos ha dejado devastados y con nudos en la garganta y nostalgia en el corazon.

Aún no estamos preparados para aceptar la muerte de la mejor manera y por más que intentemos obviarla sencillamente, hoy ella tocó mi puerta, he tenido que despedir a mi suegro que de manera muy repentina y veloz ha dejado esta tierra para caer en el profundo sueño del descanso eterno, fue un golpe bastante duro, ya que pese a su estado se veía bien, es tan difícil aceptar los ciclos de la vida y sobre cuando el reloj detiene su andar, para quienes continuamos avanzando aceptar se vuelve un trago amargo dónde obtener el dulce de la vida nuevamente es un proceso de aceptación, lágrimas y resignación.

No sé cuando llegamos a esta situación que se extinguió tantas almas buenas, no anoté la fecha del último abrazo que pude dar, pero si anhelo el día que podamos ser como antes,el pánico me atrapa por momentos y solo los gritos de un corazón con esperanza me dice: PACIENCIA, nunca he cuestionado los planes del universo, pero estoy convencida que los tiempos venideros podrán recompensar tanto dolor.

Estoy tan invadida por la tristeza que no hay tiempo para entender que la muerte forma parte del ciclo de la vida y que depende de nosotros recibirla y comprender que somos parte de un proceso donde cada ser humano desarrolla una historia y crea lazos emocionales con sus pares, aceptar que cada individuo tiene un tiempo de caducidad en esta tierra se vuelve difícil, pero al final el tiempo se convierte en el mejor compañero para aceptar los periodos que cada uno debe recorrer y disfrutar de quiénes nos rodean es un hábito que pocos ponemos en marcha.

No me queda más que pedir a ese cielo azul que me abraza la fortaleza para aceptar, continuar y vivir.

I began to write these lines without having organized my emotions, I simply decided to express how difficult it is for human beings to accept death.

After the arrival of the virus we have brought out many versions of ourselves that perhaps we did not know, we became more human, sensitive and even humble and all this because of the hard blows we have received, simply the constant visit of death has left us devastated and with knots in our throats and nostalgia in our hearts.

We are still not prepared to accept death in the best way and no matter how hard we try to avoid it, today it knocked on my door, I had to say goodbye to my father-in-law who suddenly and quickly left this earth to fall into the deep sleep of eternal rest, it was quite a hard blow, It is so difficult to accept the cycles of life and when the clock stops ticking, for those of us who continue to move forward to accept it becomes a bitter pill to swallow, where getting the sweetness of life again is a process of acceptance, tears and resignation.

I do not know when we reached this situation that extinguished so many good souls, I did not write down the date of the last hug I could give, but I long for the day we can be like before, panic traps me at times and only the cries of a heart with hope tells me: PATIENCE, I have never questioned the plans of the universe, but I am convinced that the times to come will be able to reward so much pain.

I am so invaded by sadness that there is no time to understand that death is part of the cycle of life and that it depends on us to receive it and understand that we are part of a process where each human being develops a history and creates emotional ties with their peers, accept that each individual has an expiration time on this earth becomes difficult, but in the end time becomes the best companion to accept the periods that each one must go through and enjoy who surrounds us is a habit that few of us put in place.

I can only ask that blue sky that embraces me for the strength to accept, continue and live.