Mi hija Aura este año cursa el 3er grado de educación primaria y en este momento nos encontramos en el 3er lapso de este periodo escolar y los avances han sido satisfactorio no solo en aprendizaje, sino en integración.

Ahora bien quizás parezca que todo proceso de integración es fácil, pero cuando los niños no tienen la oportunidad de asistir a diario a la escuela, este proceso se dificulta y la integración se ve afectada.

En el caso de mi hija su proceso de integración al área escolar a tenido diferentes interrupciones por diferentes factores, entre estos la situación de salud, la económica y la pandemia mundial, limitando la interacción social de mi hija al ámbito escolar.

Debido a que antes de llegar al confinamiento mi hija no asistia periódicamente a la escuela por los procesos virales ya que al enfermar el deber era descansar en casa, otras veces porque no había presupuesto para comprar un desayuno y estoy segura que ningún niño bien alimentado rinde en su proceso educativo y al final llegamos a la cuarentena obligatoria en casa y esto terminó de limitar toda relación con sus compañeros de clases, la maestra y otros actores educativos.

Por lo que esté año al ver qué poco a poco su apatía a cambiado por empatía, me parece un gran logro emocional para ella, lo cuál a permitido que sea más sociable, tolerante y a comenzado a compartir con algunos compañeros como sus amigos.

Por otra parte a perdido el miedo de compartir y socializar en clases, ya se expresa con más seguridad y participa con mucha confianza, está semana a sido muy productiva ya que ha participado en diferentes competencias de aprendizajes amistosas, ganando puntaje y niveles en la escala valorativa, una forma de evaluación muy dinámica y lúdica que le permite al grupo avanzar en sus aprendizajes.

Mi hija por naturaleza es muy selectiva y manifiesta que no le gusta compartir con niños inquietos, por lo cuál me ha tocado explicarle que todos somos diferentes, pero que debes en cuando puede compartir cuidadosamente con esos compañeros si ella está de acuerdo, porque nada es obligatorio.

Pero es importante recordar la diversidad como parte de la aceptación, ya que no todo es positivo y se presentan pequeños conflictos por diferencias en cada uno de sus compañeros personalidades y en eso de tratos y juegos bruscos mi hija no se identifica.

Al final como he contribuido como mamá en este proceso de integración en el ámbito escolar, acompañando, respetando y orientando, propiciando momentos para que poco a poco mi hija disfrute de su jornada escolar a través de una comunicación asertiva y pautando el espacio necesario para que mi niña pueda aprender a socializar, compartir, decidir y tolerar.

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My daughter and her integration in school

My daughter Aura is in the 3rd grade of elementary school this year and at this moment we are in the 3rd period of this school year and the progress has been satisfactory not only in learning, but also in integration.

Now it may seem that any integration process is easy, but when children do not have the opportunity to attend school daily, this process is difficult and integration is affected.

In the case of my daughter, her integration process to the school area has had different interruptions due to different factors, among these the health situation, the economic situation and the world pandemic, limiting the social interaction of my daughter to the school environment.

Because before arriving to the confinement my daughter did not attend school periodically due to the viral processes since when she got sick the duty was to rest at home, other times because there was no budget to buy breakfast and I am sure that no well fed child performs in her educational process and in the end we reached the mandatory quarantine at home and this ended up limiting any relationship with her classmates, the teacher and other educational actors.

So this year seeing how little by little her apathy has changed to empathy, seems to me a great emotional achievement for her, which has allowed her to be more sociable, tolerant and she has started to share with some classmates as her friends.

On the other hand, she has lost her fear of sharing and socializing in class, she expresses herself with more confidence and participates with a lot of confidence, this week has been very productive since she has participated in different friendly learning competitions, gaining scores and levels on the rating scale, a very dynamic and playful form of evaluation that allows the group to advance in their learning.

My daughter by nature is very selective and says that she does not like to share with restless children, so I have had to explain to her that we are all different, but that she can share carefully with those classmates if she agrees, because nothing is mandatory.

But it is important to remember diversity as part of acceptance, since not everything is positive and small conflicts arise due to differences in each of her peers' personalities and in that of rough treatment and games my daughter does not identify herself.

In the end, as a mother I have contributed to this process of integration in the school environment, accompanying, respecting and guiding, providing moments for my daughter to gradually enjoy her school day through assertive communication and providing the necessary space so that my daughter can learn to socialize, share, decide and tolerate.

Content and photographs by me edition Canva.

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