Hongos de la familia Hymenochaetaceae.

Los hongos que muestro a continuación los encontré en el tronco de un árbol caído mientras recorría un sendero muy boscoso y húmedo en una montaña de Montalbán (Carabobo, Venezuela). Son hongos que pertenecen a la familia Hymenochaetaceae.

La familia Hymenochaetaceae pertenece al orden Hymenochaetales, y se ha indicado que contiene 27 géneros con 487 especies. Los tres géneros más abundantes de esta familia son: Phellinus, Hymenochaete e Inonotus, pero existen otros géneros importantes como Coltricia, Coltriciella, Cyclomyces e Hydnochaete, también se encuentra género Fuscoporia; por citar otro.

Entre sus características morfológicas, estos hongos producen cuerpos fructíferos que varían en su morfología, pero la morfología típica de esta familia está representada por masas semicirculares que suelen estar pegadas a un tronco. Sus cuerpos fructíferos presentan un tejido fértil y su himenóforo puede ser: liso, poroide, tuberculado y lamelado, entre otros. El himenóforo posee células fértiles y también una gran cantidad de células estériles llamadas setas o cistidias que pueden o no estar siempre presentes, y por lo general están hinchadas, son de color marrón oscuro, en su gran mayoría terminan en un extremo puntiagudo y parece que brindan protección a las estructuras fértiles del hongo. Las características de estas cistidias varían entre especies.

Poseen tres tipos de hifas, las esqueléticas, las generativas y las de conexión. Su estructura hifal puede ser monomítica o dimítica y pueden o no presentar hifas esqueletales. La superficie del píleo puede presentar o no una corteza que permea también el contexto o parte interna de los basidiocarpos. El contexto puede ser homogéneo, y además puede ser de color castaño, ferrugíneo o incluso dorado. Los basidiomas pueden ser anuales o perennes, aguanosos, resupinados, firmes, demediados, estipitados, ungulados, pilados o con tubos estratificados. Las basidiosporas pueden ser caracterizadas por su forma, siendo ornamentadas o lisas, en su mayoría son elipsoides y a veces globosas, su coloración varía, debido a que pueden ser amarillentas o naturalmente incoloras, también llamadas hialinas. Las basidiosporas pueden ser clasificadas por su grosor de pared, aunque en su mayoría poseen pared fina.

No logré identificar a los hongos en las fotografías, aunque se parecen a especies del género Fuscoporia y género Hymenochaete. El género Fuscoporia se caracteriza por basidiocarpos, también llamados basidiomas, que son resupinados a pileados, un sistema hifal dimítico e hifas generativas. Mientras que el género Hymenochaete también basidiomas resupinados a pileados que son finos de color marrón y normalmente con un himenóforo liso. Las especies de este último género están aparentemente bien adaptadas para invadir ambientes expuestos, y sus basidiomas se encuentran con frecuencia en ramas muertas aún adheridas y troncos muertos en pie. Tales ambientes expuestos les han favorecido una adaptación para soportar periodos secos y producir muy rápidamente basidiosporas cuando las condiciones son favorables, como en periodos lluviosos.

El ciclo de vida de un hongo de la familia Hymenochaetaceae corresponde a un típico ciclo de vida de los Basidiomycetes en general. Inicialmente, la espora liberada de una basidia es dispersada por el viento para colonizar madera, la espora germina desde la superficie del tronco de un árbol, luego el micelio logra un desarrollo monocariótico primario dentro de la madera y las hifas provenientes de micelios con polaridades opuestas se coordinan para propagar un nuevo micelio secundario dicariótico, seguidamente ocurre el desarrollo del cuerpo fructífero que se constituye por un denominado micelio terciario, asimismo, en el himenóforo de la fructificación se producen basidiolos que son estructuras sexuales inmaduras que cuando se desarrollan se conocen como basidias, y a su vez tienen la capacidad de generar esporas, las cuales al dispersarse colonizarán nuevos sustratos leñosos.

Con relación a su ecología, la familia Hymenochaetaceae contiene cierta cantidad de especies que se alimentan de materia vegetal muerta, y aunque muy pocos hongos pueden de forma selectiva remover lignina de los árboles sin destruir cantidades considerables de celulosa o azúcares, las especies de Hymenochaetaceae pueden digerir tanto la celulosa como la lignina de manera separada, y por esto originan lo que se llama una podredumbre blanca, porque los hongos que no pueden digerir lignina forman la podredumbre negra.

Algunas especies son fuertes descomponedores primarios, muchas de ellas colonizan árboles vivos atacando su madera muerta, de manera que aunque no se comporten como patógenos, estropean troncos arbóreos y los hacen más vulnerables a los vientos, no obstante, existen miembros de Hymenochaetaceae que son parásitos de árboles vivos actuando como patógenos en madera viva, pero también existen otras especies que en cambio viven en simbiosis.

Con relación a su importancia, muchas especies de la familia Hymenochaetaceae son comestibles mientras que otras son medicinales y debido a sus cualidades metabólicas juegan un papel crítico como antioxidantes frente a algunas enfermedades como la diabetes, la esclerosis e incluso el cáncer. Sobre el cáncer cabe destacar, que polisacáridos obtenidos de cepas de los hongos Nothophellinus andinopatagonicus, Phylloporia boldo y Fomitiporia sp., pertenecientes a la familia Hymenochaetaceae, fueron ensayados en las líneas celulares tumorales HCT-116, MCF-7 y HL-60, y se obtuvo como resultado que presentaron una significativa actividad anticancerígena in vitro contra las líneas celulares empleadas, especialmente contra la línea celular HL-60.