"Mi experiencia con los exámenes escolares" [Esp-Eng]

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Quizás no recuerde cuál fue la primera que hice o cuál fue mi calificación, pero lo cierto es que al meditar en mis tiempos de estudiantes existe un caudal de experiencia relacionado con un tema muy común cuando hablamos en términos de estudios: Los exámenes. Algunos catalogados como “pruebas cortas o exámenes finales” según el desarrollo del año escolar, sin dejar la más mínima duda de que para muchos, esto era lo que menos deseábamos encontrarnos en un día de clases.

Aunque a decir verdad, en mis primeros años de primaria los exámenes eran deseables a cierto grado. Lo veía como una manera de competir con otros compañeros de clases y vaya que si lo hacíamos. Recuerdo que cuando llegaba el día de la entrega, la maestra llamaba a uno por uno, y ya la reacción y expresión corporal nos decía que nota habíamos alcanzado. Hasta llegábamos a apostar el dinero que teníamos para la merienda, y entre victorias y derrotas disfrutábamos de esa faceta en nuestra enseñanza.

Con respecto al momento de estudiar para un examen, debo admitir que mi mamá lo tuvo fácil conmigo, ya que desde siempre me gustaba leer y prepararme para dichas evaluaciones. En ocasiones, me gustaba estudiar de noche, algo que hasta hoy mantengo, solo que al principio mi mamá lo veía como “estudiar a última hora “, así que tenía que estudiar en horas de la tarde, justo antes de salir a jugar con mis amigos. Recuerdo que las materias para las cuales más me gustaba estudiar era para matemáticas, y una materia llamada educación para la salud.

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Pixabay by tjevans

Obviamente también se conocía de aquellos que tomaban otra opción para presentar los exámenes, lo cual era copiarse, ya sea del cuaderno y otra hoja escrita con el tema que se iba a evaluar . Al principio, nunca pensé en esa opción pues mi mamá, mi tía y mi padrino me decían que eso era hacer trampa, así que jamás lo vi como otra manera de superar mis evaluaciones, un punto de vista que pude sostener hasta que llegué a la secundaria.

Para ese entonces me inscribieron en un colegio privado, de tendencia católica lo cual lo hacia ver cómo una institución muy ejemplar, y claro que lo era, solo que habían algunos maestros que cultivaban en los estudiantes la tendencia a copiarse en los exámenes. Sin duda alguna, era algo tan inaceptable como irónico, pero era una realidad. Recuerdo que había uno que justo al empezar el examen se iba a la cantina a desayunar, y dejaba el salón prácticamente a Merced de los estudiantes. Luego de varios minutos regresaba, y a modo de burla decía “Sé que todos se copiaron “, y con esto, nos evaluaba bajo un criterio absurdo de “nota promedio para todos".

Había otro maestro que siempre a la hora de la evaluación decía “Examen a cuaderno abierto “ lo cual era una alegría para los que no estudiaban y una frustración para los que di lo habían hecho. Realmente para mí esto fue una decepción, así que también por un tiempo empecé a creer que copiarse en un examen era lo mejor. En una ocasión llegué a sacar la máxima calificación, pero al recibir tantas felicitaciones por el logro me sentí mal, y preferí decirle a mi padrino, quien era de mi entera confianza, y decidí no hacerlo más.

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Pixabay by WOKANDAPIX

Y es que ese ambiente que se vive justo antes de empezar una prueba es algo único en esa etapa de nuestra vida. La incertidumbre por no saber cuáles serán las preguntas, si tendrás tiempo o no para responder todas, y las dudas y los riesgos que se han de tomar a la hora de dar una respuesta. Cuando se trataba del “examen final de lapso” vaya que era una verdadera presión, porque se trataba de un resumen de todas las clases que viste durante aproximadamente 3 meses. Y por último, ese temor cuando llega la hora en la que el maestro te entrega la nota, y pasas de una emoción a otra en cuestión de segundos.

En secundaria los exámenes que más disfrutaba eran los de Inglés y física, mientras que materias como educación artística o dibujo técnico eran como una clase de pesadilla para mí, ya que nunca encontré el disfrute o la comodidad que sentía al aprender en otras materias. ¿Llegué a reprobar algún examen? ¡Claro que sí! Pero incluso hasta de esas notas baja siempre me quedaba la intención de hacerlo mejor en la próxima evaluación. Jamás me caractericé por ser un estudiante sobresaliente, pero al momento de aplicarme siempre obtenía una buena preparación que me brindaba una excelente calificación.

Para un niño, la idea de un examen o una evaluación siempre será algo por lo cual temer, y es por eso que el papel de los padres y los maestros llega a ser vital para que puedan captar el verdadero sentido de este. Si lo niños no ven las pruebas como una clase de castigo, algo que le genere estrés o preocupación, estarán más cerca de entender que esto es parte fundamental de un aprendizaje que los encaminará a una buena enseñanza, algo que los ayudará a crecer y ser, no solo mejores estudiantes, sino mejores personas en el transcurso de su vida.

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Pixabay by White77


Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.


ENGLISH VERSION


I may not remember what was the first one I took or what my grade was, but the truth is that when I think back to my student days there is a wealth of experience related to a very common topic when we talk in terms of studies: Exams. Some catalogued as "short tests or final exams" according to the development of the school year, without leaving the slightest doubt that for many, this was what we least wanted to find in a day of classes.

Although to tell the truth, in my early elementary years, exams were desirable to some degree. I saw it as a way to compete with other classmates, and boy, did we compete. I remember that when the day of the delivery arrived, the teacher would call one by one, and our reaction and body expression would tell us what grade we had achieved. We even bet the money we had for the snack, and between victories and defeats we enjoyed that facet of our teaching.

Regarding the time to study for an exam, I must admit that my mom had it easy with me, since I always liked to read and prepare for such evaluations. Sometimes, I liked to study at night, something that I still do today, but at the beginning my mom saw it as "studying at the last minute", so I had to study in the afternoon, just before going out to play with my friends. I remember that the subjects I most liked to study for were mathematics, and a subject called health education.

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Pixabay by tjevans

Obviously it was also known of those who took another option to take the exams, which was to copy, either from the notebook and another sheet of paper written with the subject to be evaluated . At first, I never thought about that option because my mom, my aunt and my godfather told me that was cheating, so I never saw it as another way to pass my evaluations, a point of view that I could sustain until I got to high school.

At that time I was enrolled in a private school, of Catholic tendency which made it look like a very exemplary institution, and of course it was, only that there were some teachers who cultivated in the students the tendency to cheat in the exams. Undoubtedly, it was something as unacceptable as it was ironic, but it was a reality. I remember that there was one who, just at the beginning of the exam, would go to the canteen to have breakfast, leaving the room practically at the mercy of the students. After several minutes he would return and mockingly say "I know that everyone copied", and with this, he would evaluate us under an absurd criterion of "average note for all".

There was another teacher who always said at evaluation time "Open notebook exam" which was a joy for those who did not study and a frustration for those who did. This was a real disappointment for me, so for a while I also began to believe that cheating on an exam was the best thing to do. On one occasion I got the highest grade, but when I received so many congratulations for the achievement I felt bad, and I preferred to tell my sponsor, who I trusted completely, and I decided not to do it anymore.

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Pixabay by WOKANDAPIX

The atmosphere you feel just before starting a test is something unique in that stage of our life. The uncertainty of not knowing what the questions will be, whether or not you will have time to answer them all, and the doubts and risks to be taken when it comes to giving an answer. When it came to the "final lap exam" it was a real pressure, because it was a summary of all the classes you had seen for about 3 months. And finally, that fear when the time comes for the teacher to give you the grade, and you go from one emotion to another in a matter of seconds.

In high school the exams I enjoyed the most were English and physics, while subjects like art education or technical drawing were like a kind of nightmare for me, since I never found the enjoyment or comfort I felt when learning in other subjects. Did I ever fail an exam? Of course I did! But even from those low grades I always had the intention to do better in the next evaluation. I was never known for being an outstanding student, but when I applied myself I always obtained a good preparation that gave me an excellent grade.

For a child, the idea of a test or an evaluation will always be something to fear, and that is why the role of parents and teachers becomes vital for them to grasp the true meaning of it. If children do not see tests as a kind of punishment, something that generates stress or worry, they will be closer to understanding that this is a fundamental part of learning that will lead them to a good teaching, something that will help them grow and become not only better students, but better people in the course of their lives.

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Thank you for giving value to this publication with your time and attention.

See you soon.



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A mí los exámenes me ponían muyyyy nerviosa, yo estudiaba, sabía e incluso recuerdo tener buenas calificaciones, pero igual la ansiedad y los nervios estaban allí. Me gustaba más exponer 😂

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Que interesante que en tu caso aunque estudiaban y sabías igualmente los nervios y la ansiedad estaban presente. Eso era parte de dicha experiencia ☺️ Recuerdo que muchos también preferían exponer o hacer lo que llamábamos "Taller en grupo" con tal de huir de los exámenes 🤭

Gracias por sumar tu comentario y experiencia al tema de esta publicación amiga @elizabeths14 ☺️ Saludos 👋

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Rescato tus palabras de que tanto como los padres y los maestros no deben hacerles ver a los niños este tipo de evaluaciones como un monstruo que los quiere devorar. Eso afecta de forma negativa la emociones de los niños 🥺

Yo sentía mucha presión con los exámenes y créeme, no es para nada agradable.

La idea es que ellos lo vean como un proceso normal y necesario para ver en qué están fallando si es el casi y recibir la ayuda apropiada.

Muy interesante este tema @cajiro 😃

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Lo ideal es que los niños vean los exámenes como una parte de su enseñanza y no como algo que les genere malestar o trauma 🧐

Gracias amiga @abisag por agregar tu valioso comentario al tema ☺️ Saludos 👋

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