"El mejor súper poder para vivir" (Reflexión) [Esp-Eng]

A lo largo de la historia, el hombre ha librado una intensa búsqueda por alguna habilidad que le permita sobresalir por encima de los demás, un don o habilidad especial por el cual llegue a ser valorado y reconocido. Siempre han abundado los temas sobre súper poderes, y normalmente se relacionan con algo físico o mental pero solo para una persona en sí o un grupo determinado. Aún así, existe un poder tan grande como real y que está al alcance de todos y que está estrechamente relacionado con nuestra vida: el poder de decidir.

Subestimado por muchos e incomprendido por otros, lo cierto es que el poder para tomar decisiones, a diferencia de cualquier don, es algo innato en cada uno de nosotros. Desde que nacemos, tenemos ese “libre albedrío” que nos permite tomar una decisión ante una determinada situación, algo que nadie más puede hacer por nosotros y que llega a ser muy importante para encaminar nuestros pasos en la vida. Desde pequeños, entendemos que aún no somos capaces de desarrollar esta virtud de manera consciente, por lo que la orientación y dirección de nuestros padres nos empieza a mostrar el camino.

De forma sublime vamos entendiendo que tomar una decisión está basado en entender y comprender una situación, pensar en las posibles acciones y poder elegir la que a nuestro criterio es la mejor opción. Es muy fundamental lo que de niños podemos ir asimilando, pues al llegar a la adolescencia nos encontramos con una etapa llena de retos y desafíos, y lo hacemos con la mínima experiencia posible para ya ir proyectando ciertas decisiones que le darán rumbo a nuestra vida, decisiones basadas en estudios, trabajo, ocupación, entre otras cosas más.

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En algún punto de nuestra vida nos damos cuenta de qué tan importante es tomar una decisión, y creo que uno de ellos es cuando lo que decidimos no solo llega a afectarnos a nosotros mismos, sino también a alguien más. El grado de responsabilidad aumenta, y no somos tan temerarios para escoger como sí se tratara de el color de una prenda de vestir o una fruta favorita. Se necesita madurez mental, convicción y determinación para dar el paso que nos lleve al mejor de todos los resultados.

¿Cuántas decisiones llegamos a tomar en la vida? Es impresionante ver como el mismo mundo parece estar estructurado para vez tras vez poner a prueba nuestra capacidad de decidir. No hay día en el cual no debamos hacerlo, y nadie puede escapar de esta realidad. En ocasiones algunos afirman que es mejor que alguien decida por ellos, pero esto suele ser peor de lo que imaginamos, ya que conscientes o no, le estamos dejando a alguien más lo que solo nos corresponde a nosotros mismos. Así que se podría decir que “la peor decisión es dejar que otro decida por ti”.

Por otra parte, hay quienes prefieren no tomar una decisión y mantenerse en un punto neutral, creyendo que en teoría esto podría dejarlos absueltos de todo. Pero esto también suele ser un concepto algo errado, ya que para mantenerte neutral ante una determinada situación debes tener un fundamento o argumento definido, lo cual en pocas palabras te lleva a decidir ser neutral sobre algún tema en particular. Algunos suelen decir que “quien calla, otorga”, pero yo prefiero creer que “quien calla, es por decisión “.

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Podemos decidir en base a nuestras experiencias, emociones o enseñanzas que hemos obtenido a lo largo de nuestra vida. Algunas veces nos toma tan solo unos segundos decidir algo, mientras que en otras nos tomamos el tiempo necesario según sea la circunstancia y lo importante que llegará a ser para nosotros. Siempre deseamos que la decisión que tomamos sea la mejor, pero en ocasiones no es así, por lo que más allá de la decepción o la frustración debe haber un aprendizaje que nos permita estar mejor preparados ante un evento similar.

Hay momentos en los que decidir suele ser difícil o doloroso, ya sea por algo que no llenó tus expectativas o sencillamente porque sabes que de no hacerlo todo puede llegar a ser peor. Siempre se habla de buenas o malas decisiones, pero lo cierto es que nunca nadie quiere dar con la segunda opción, así que más allá de negarlas o cuestionarlas, lo mejor es aceptar de que ambas son parte de una misma ecuación que constantemente tendremos que despejar hasta encontrar la solución.

La capacidad de decidir es una oportunidad valiosa que nos permite mostrar lo que somos, lo que añoramos y hacia donde queremos llegar en nuestra vida. Cada día parece ser una hoja en blanco que espera por ti y por mí, por el color y el paisaje que podemos plasmar en base a lo que hacemos y decimos. Por eso, más allá de cualquier contexto, decide ser feliz , ser la clase de persona que deseas encontrarte cada mañana al despertar. Nunca olvides que si por algún motivo hoy has tomado una mala decisión, siempre tendrás la oportunidad de un mañana para tomar la mejor en tu vida.

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Gracias por darle valor a esta publicación con tu tiempo y atención.

Hasta pronto.

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ENGLISH VERSION

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Throughout history, man has been on an intense search for some ability that would allow him to stand out above the rest, a special gift or skill for which he would become valued and recognized. Super powers have always abounded, and they are usually related to something physical or mental, but only for one person or a certain group. Even so, there is a power that is as great as it is real and that is within everyone's reach and that is closely related to our lives: the power to decide.

Underestimated by many and misunderstood by others, the truth is that the power to make decisions, unlike any other gift, is something innate in each of us. Since we are born, we have that "free will" that allows us to make a decision in a given situation, something that no one else can do for us and that becomes very important to guide our steps in life. From an early age, we understand that we are not yet able to develop this virtue consciously, so the guidance and direction of our parents begins to show us the way.

In a sublime way we understand that making a decision is based on understanding and comprehending a situation, thinking about the possible actions and being able to choose the one that in our opinion is the best option. It is very fundamental what we can assimilate as children, because when we reach adolescence we find a stage full of challenges and challenges, and we do it with the minimum possible experience to already be projecting certain decisions that will give direction to our life, decisions based on studies, work, occupation, among other things.

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At some point in our lives we realize how important it is to make a decision, and I think one of them is when what we decide not only affects ourselves, but also someone else. The degree of responsibility increases, and we are not as reckless to choose as we would be when it comes to the color of an article of clothing or a favorite fruit. It takes mental maturity, conviction and determination to take the step that leads to the best of all outcomes.

How many decisions do we get to make in life? It is amazing to see how the world itself seems to be structured to test our ability to decide time and time again. There is not a day in which we don't have to, and no one can escape this reality. Sometimes some say that it is better for someone else to decide for them, but this is often worse than we imagine, since consciously or not, we are leaving to someone else what only corresponds to ourselves. So it could be said that "the worst decision is to let someone else decide for you".

On the other hand, there are those who prefer not to make a decision and remain neutral, believing that in theory this could absolve them of everything. But this also tends to be a somewhat erroneous concept, since in order to remain neutral in a given situation you must have a definite basis or argument, which in short leads you to decide to be neutral on a particular issue. Some people use to say that "he who remains silent, grants", but I prefer to believe that "he who remains silent, is by decision".

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We can decide based on our experiences, emotions or lessons we have learned throughout our lives. Sometimes it takes us only a few seconds to decide something, while at other times we take the necessary time depending on the circumstance and how important it will be for us. We always want the decision we make to be the best, but sometimes it is not, so beyond the disappointment or frustration there must be a learning experience that allows us to be better prepared for a similar event.

There are times when deciding is often difficult or painful, either because of something that did not meet your expectations or simply because you know that if you don't do it, everything could be worse. There is always talk of good or bad decisions, but the truth is that no one ever wants to make the second option, so beyond denying or questioning them, the best thing to do is to accept that both are part of the same equation that we will constantly have to clear until we find the solution.

The ability to decide is a valuable opportunity that allows us to show what we are, what we long for and where we want to go in our lives. Every day seems to be a blank sheet of paper waiting for you and me, for the color and the landscape that we can shape based on what we do and say. So, beyond any context, decide to be happy, to be the kind of person you want to meet every morning when you wake up. Never forget that if for some reason today you have made a bad decision, you will always have the opportunity tomorrow to make the best one in your life.

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See you soon.