"You do what you can" (En/ Es)

En días pasados estaba hablando con mis hijos acerca, de como eran ellos cuando eran pequeños y las veces en que mi frustración, cansancio, ansiedad, estrés, salía a flote y como me sentía por esos días; unos años atrás en que todos estaban más pequeños; aunque en mi caso he manejado el tener una hija ya bastante mayor en comparación con mis dos últimos hijos, entonces siempre he tenido todos los matices de los hijos, se podría decir en diferentes edades y al mismo tiempo. Una hija mayor, una adolescente y todavía un niño, apenas entrando a la etapa de la adolescencia, actualmente. Pero en esa época era más agobiante, creo que ya me sé manejar mejor con ellos, ja, ja, ja.

Pero para aquella época, llegó un momento en que todo se me juntaba: una apenas mayor de 18, una niña de 4 y un niño recién nacido, era muy estresante. Mi hija mayor se ocupaba de su universidad todos los días, apenas estaba empezando, así es que pasaba casi todo el día fuera. La de 4 años apenas estaba en preescolar y el niño era un bebé tranquilo, pero como todo bebé, requería de mi atención, casi 24/7. Mi esposo, como todo bombero, trabajaba 24 por 48, entonces ese día que estaba de guardia, tenía que estar prácticamente sola; la atención de los niños me tocaba completamente ese día, más las cosas de la casa a menos que fuera fin de semana, porque mi hija mayor en ocasiones estaba en casa y me auxiliaba un poco con sus hermanos, si no tenía alguna tarea pendiente o salida con sus amigos.

En más de una ocasión, me toco salir sola con alguno de mis hijos al médico en alguna emergencia, mientras mi esposo estaba de guardia y se podía desocupar, pues se pueden imaginar que no podía dejar a la deriva un incendio, ja, ja, ja, por venir a auxiliarme; esa es una profesión muy abnegada y fuerte y los familiares lo sabemos bastante bien; entonces en muchas ocasiones tenía que resolver como mejor pudiera. Había días en que atendía a los niños, en sus necesidades, baño, comida, colegio y no quedaba tiempo a veces ni para bañarme. Casi siempre tenía que esperar a que llegara mi hija o esposo para poder hacerlo en santa paz. Había ocasiones, en que no me daba abasto para limpiar, cocinar y atender a los niños, entonces hacia lo prioritario.

Y todo esto pasaba en mis reposos que tuve de posnatal, antes de reintegrarme a trabajar. Pasaba la mayoría del tiempo, tratando de hacer mil cosas a la vez y al final terminaba de hacer prácticamente nada, entonces me llenaba de frustración y muchas veces terminaba hecha un mar de lágrimas. Pues quería tener la fórmula mágica de como mantener mi casa medianamente decente, ordenada, sin que pareciera que cayera una bomba en ella, pero de juguetes, colores, bolsos y demás cosas, que todos los días trataba de recoger, pero que siempre volvían al mismo lugar; con una niña pequeña y un bebé de brazos, no era sencillo mantener un orden. Había días en que comía tarde y hasta el hambre se me iba...

Hasta que empecé a aplicar la siguiente frase, en todos los ámbitos de mi vida "Se hace lo que se puede", luego de atender a mis niños pequeños si podía hacer algo más extra, lo hacía o por lo menos lo adelantaba y en cuanto llegaba mi esposo, le pedía auxilio, afortunadamente a él siempre le ha gustado atender a sus hijos, yo con esa ayuda me conformaba, aunque solo les diera un tetero, mientras me bañaba o los cambiara mientras yo me tomaba un café o hacia una pequeña siesta, eso lo agradecía mucho, pero más de una vez me consiguió hecha un manojo de nervios, sobre todo cuando alguno de los niños presentaban algún malestar o cuando tenía un mal día, como cuando ambos se sentían mal...

Ser mamá no es fácil, así es que se vale sentirse cansadas, ansiosas, nerviosas, a veces hasta deprimidas, porque no somos infalibles, somos humanas; así es que apliquen lo que yo, de vez en cuando, "Se hace lo que se puede" y no hay que sentirse culpables por eso. ¡Saludos y bendiciones!