Al recibir la invitación de mi amigo @ismaelgranados y ver de lo que trataba esta Iniciativa ideada por @charjaim en su nuevo espacio "Esa Vida Nuestra", en esta hermosa comunidad, nos brinda la oportunidad de detenernos a ver el lado amable de la vida, que es parte importante también; es bueno detenerse a ver lo positivo y las bendiciones que tenemos y que a lo largo de nuestro camino, se nos han brindado y que mejor manera que este espacio para hacerlo. Invito a mis bellas amigas @actioncats y @popurri a participar.

Detenerse a ver el lado amable de las personas, los actos de bondad, de ayuda hacia el prójimo es algo que parece mentira, usualmente no hacemos, lo valoramos y lo atesoramos en el recuerdo; pero quizás por la vida tan ajetreada que mantenemos, no lo mantenemos presente como debiéramos y en ocasiones, es que decimos y reconocemos que hemos sido afortunados, porque tendemos a ver aquellas cosas que nos afectan negativamente más presentes, sin darnos cuenta, que siempre vamos bendecidos en el camino y por eso todos los días hay que dar gracias, convertirlo en un hábito.

Les voy a compartir dos momentos en mi vida que he sentido la bondad, la ayuda de las personas, la presencia de Dios en ellas, presente para mí aun sin conocerlas y que llegaron en el momento justo, en que más necesite una mano amiga, estos dos casos, entre otros muchos más, fueron muy especiales. Les comparto:

Fuente/ Source

𝓛𝓪 𝓔𝔁𝓽𝓻𝓪𝓷̃𝓪 𝓔𝓷𝓿𝓲𝓪𝓭𝓪 𝓹𝓸𝓻 𝓓𝓲𝓸𝓼

Un día en aquel fatídico año 2017, en que muchos venezolanos estábamos pasando muchas necesidades, para conseguir los productos básicos; recuerdo que fue un año, de muchas luchas como familia y que, como todo, también genero mucho estrés al tener que enfrentarnos a situaciones a las cuales no estábamos habituados, como las colas interminables para comprar pan. Ese día me levanté muy temprano, pero triste al ver que no teníamos, como usualmente la teníamos, pan o harina para hacer nuestras famosas arepas o bollitos para el desayuno; me alisté y me dirigí a una panadería cerca de mi casa, donde desde tempranas horas se armaba la cola para adquirir el pan.

Ese día en especial, me encontraba muy desanimada, todos los adultos en casa lo estábamos, pues a pesar de nuestros esfuerzos y trabajo todo estaba, muy fuerte para adquirir alimento, entonces ese día tenía el corazón en la mano; llegue a mi cola resignada a esperar quizás una hora hasta dos para comprar, lo que vendían por persona, me paré en mi lugar, como si el alma se me escapara, al ver tantas caras tristes, desencajadas y otras molestas, estaba al borde de las lágrimas, en ese preciso momento, en que se me iban a escapar las lágrimas…

Una señora, que no sé dé donde salió, empezó a hablarme, pero con una ternura, con tanto cariño como si me conociera y me empezó a preguntar que tenía..., entonces apenada, le dije que me sentía muy triste, (confieso que no sé por qué se lo dije, solo sé, que sentí mucha confianza para con ella, generalmente no hago eso) al momento, ella me dijo estas palabras "Dios sabes por lo que estás pasando, no te apesadumbres todo va a pasar, confía en él" y me siguió hablando como si me conociera de toda la vida.

Ella siguió hablándome, y ahí si las lágrimas me rodaban por las mejillas, como un mar, pero eran como un bálsamo, porque justo después me sentí mejor, cuando ella me vio así, simplemente me abrazo, pero con un cariño, con un amor que yo sentí que era Dios mismo por medio de ella, que me brindaba ese abrazo y esas fuerzas, ese ánimo. Me limpio las lágrimas y me dijo: "Todo va a estar bien". En eso abrieron la panadería y se armó el alboroto, cuando me percaté e intente buscarla para agradecerle, ya no estaba por todo eso; compré mi pan rápidamente, no me tardé lo que otras ocasiones y sencillamente dije, ¡gracias, Señor!

𝓜𝓲 𝓐𝓶𝓲𝓰𝓪, 𝓶𝓲 𝓐𝓹𝓸𝔂𝓸

Cuando estaba pasando por mi divorcio, en mi primer matrimonio, se dio una situación, en la que tuve que poner espacio de por medio, junto a mi hija mayor, me encontraba en una encrucijada, sin saber a donde ir, pues todo se dio sorpresivamente, entonces me tocó por precaución dejar mi casa. Al momento, no sabía para donde ir con mi hija, por lo menos por unos días, hasta solventar mi situación.

Tengo poca familia en la ciudad, pero no quise molestarles, recuerdo que llame a mi amiga de la infancia y le conté mi problemática y ella, sin dudarlo, ni su familia, me apoyaron incondicionalmente mientras solventaba aquella situación, me brindaron un techo, cobijo a mí y a mi hija, a pesar de que no tenían mucho espacio en su casa, no dudaron en ayudarme. Fueron días muy grises, pero ellos fueron un soporte fuerte, me animaban a seguir, consentían a mi hija y por esos días, fueron la familia que necesité. Aunque luego mi familia casi se infartan, porque no les llame. Más, sin embargo, me sentí agradecida con mi amiga y su familia esos días y hasta el sol de hoy.

Y así como estas dos historias que les comparto, tengo muchas más, en que siempre ha habido una mano amiga a mi lado, alguien que me ha brindado su apoyo, un consejo a tiempo, una sonrisa, cobijo, abrigo y hasta un abrazo inesperado ¡Gracias a Dios por eso!

𝓔𝓷𝓰𝓵𝓲𝓼𝓱

Upon receiving the invitation from my friend @ismaelgranados and seeing what this Initiative by @charjaim in his new space "This life of ours", in this beautiful community, gives us the opportunity to stop and see the kind side of life, which is also an important part; it is good to stop and see the positive and the blessings we have and that along our way, have been given to us and what better way than this space to do it. I invite my beautiful friends @actioncats and @popurri to participate.

Stopping to see the kind side of people, acts of kindness, helping others is something that seems unbelievable, we usually do not do, we value it and treasure it in memory; but perhaps because of the busy life we lead, we do not keep it present as we should and sometimes, we say and recognize that we have been fortunate, because we tend to see those things that affect us negatively more present, without realizing that we are always blessed along the way and that is why every day we have to give thanks, make it a habit.

I am going to share with you two moments in my life that I have felt the kindness, the help of people, the presence of God in them, present for me even without knowing them and that came at the right time, when I most needed a helping hand, these two cases, among many others, were very special. I share with you:

𝓣𝓱𝓮 𝓢𝓽𝓻𝓪𝓷𝓰𝓮𝓻 𝓢𝓮𝓷𝓽 𝓫𝔂 𝓖𝓸𝓭

One day in that fateful year 2017, when many Venezuelans were going through many needs, to get basic products; I remember it was a year, of many struggles as a family and that, like everything else, also generated a lot of stress by having to face situations to which we were not used to, such as the endless queues to buy bread. That day I woke up very early, but sad to see that we did not have, as we usually had, bread or flour to make our famous arepas or buns for breakfast; I got ready and went to a bakery near my house, where from early hours there was a queue to buy bread.

That day in particular, I was very discouraged, all the adults at home were, because despite our efforts and work everything was very hard to acquire food, then that day I had my heart in my hand; I arrived at my queue resigned to wait maybe an hour or two to buy what they sold per person, I stood in my place, as if the soul escaped me, to see so many sad faces, disjointed and other annoyed, I was on the verge of tears, at that precise moment, when I was going to escape the tears ....

A lady, who I don't know where she came from, began to talk to me, but with such tenderness, with so much affection as if she knew me and began to ask me what I had..., then I told her that I felt very sad, (I confess that I don't know why I told her, I only know that I felt very confident with her, I usually don't do that) at that moment, she told me these words "God knows what you are going through, don't be sad, everything will pass, trust in him" and she continued talking to me as if she had known me all my life.

She continued talking to me, and then the tears rolled down my cheeks, like a sea, but they were like a balm, because right after I felt better, when she saw me like that, she simply hugged me, but with an affection, with a love that I felt that it was God himself through her, who gave me that hug and that strength, that encouragement. She wiped away my tears and told me: "Everything is going to be all right". At that moment they opened the bakery and there was a commotion, when I realized and tried to look for her to thank her, she was no longer there because of all that; I bought my bread quickly, I did not take as long as on other occasions and I simply said, thank you, Lord!

𝓜𝔂 𝓕𝓻𝓲𝓮𝓷𝓭, 𝓜𝔂 𝓢𝓾𝓹𝓹𝓸𝓻𝓽

When I was going through my divorce, in my first marriage, there was a situation in which I had to put space in between, with my eldest daughter, I was at a crossroads, not knowing where to go, because everything happened by surprise, then I had to leave my house as a precaution. At the time, I did not know where to go with my daughter, at least for a few days, until my situation was solved.

I have little family in the city, but I did not want to bother them, I remember that I called my childhood friend and told her about my problems and she, without hesitation, nor her family, supported me unconditionally while I solved that situation, they gave me a roof, shelter for me and my daughter, even though they did not have much space in their house, they did not hesitate to help me. Those were very gray days, but they were a strong support, they encouraged me to continue, they pampered my daughter and for those days, they were the family I needed. Although later my family almost had a heart attack because I didn't call them. But, nevertheless, I felt grateful to my friend and her family those days and to this day.

And just like these two stories that I share with you, I have many more, in which there has always been a helping hand by my side, someone who has given me support, a timely advice, a smile, shelter, shelter and even an unexpected hug, Thank God for that!