Entre el Hiperéxito, la Soledad y el Amor Toxico (Es/ En)

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Hoy vamos de análisis de situaciones, que vamos viendo en mi caso, en el presente, en estos tiempos, en esta nueva generación, y personalmente lo veo muy palpable entre mis hijos, otros familiares, amistades y cada vez que salgo a la calle. Pero empecemos por el principio...

Hablemos del hiperéxito normalizado. He visto con mucha preocupación cómo la mayoría de los jóvenes quieren ser ricos y famosos de la noche a la mañana, sin mayor esfuerzo, solo por su belleza física o por cuestiones realmente superficiales; sueñan con las vidas de otras personas, como cantantes famosos, influencers, por nombrar algunos, y cuando se enfrentan a las realidades de la vida, sufren un golpe emocional bastante fuerte.

Muchos jóvenes suelen afligirse si no son populares, por ejemplo, en las redes sociales. Cada like que reciben es como una dosis de dopamina que les acelera las emociones, llenándose de una falsa alegría y rodeándose de puras relaciones en línea que, en la gran mayoría, no son reales, solo son números en sus portátiles o monitores, y para cuando descubren que quienes les dan like o les dejan comentarios en sus redes, realmente no están presentes en sus vidas, en muchos casos ya ha pasado un tiempo precioso y experiencias desagradables.

En cuanto al concepto de soledad hoy en día, es algo muy extraño, pues muchos estamos rodeados de personas, pero realmente estamos solos. Con esto quiero decir que en la actualidad, una gran mayoría de las personas están pendientes de sus propios intereses y no voltean a ver al que tienen al lado. Esto lo suelo ver mucho en la calle, cuando observo, por ejemplo, en el transporte público, que puede subir alguien que realmente necesite un asiento y muy pocos se levantan a auxiliar y mucho menos cederle un puesto.

Y lamentablemente esta situación a veces se ve también entre la familia. Sucede mucho que una madre puede tener varios hijos, pero solo uno o dos están verdaderamente pendientes de ella, porque los demás solo saben decir que están muy ocupados con sus propias vidas y, como dicen por ahí, se ven más familiares en un funeral que en una reunión familiar, por este corre corre en que muchos vivimos. Cuando una de las mejores cosas de la vida es disfrutar de tu familia y amigos, crear recuerdos que nos den bienestar.

Al hablar del Amor: violencia invisible. He podido observar varios patrones, como que ahora los hombres esperan más atención y recompensas que una mujer; se les dice "princesos" jajajaja, y sus características son muy parecidas a las de una princesa: exigen atención desmedida, quieren tener el primer lugar en todo, son dependientes, narcisistas; aquí indudablemente se intercambian los roles, generando una violencia emocional en ocasiones muy sutil y en otras bastante fuertes.

Por otro lado, la falta de valores, que hoy día se ve como "normal" hace que muchos de esta generación tengan una baja autoestima, inseguridad, desatando el demonio de los celos en todos los niveles, con las parejas, amigos.. Aparte, la envidia y el egoísmo andan desatados, añadiéndole a los celos más pimienta, como quien dice, y por consiguiente desatando más violencia entre las personas y las relaciones.

El mundo anda convulso y eso ha influido en todo a nuestro alrededor. Es difícil, sobre todo para los jóvenes, poder discernir lo que tienen enfrente, porque todo está tan acelerado; lo que hoy es novedad ya mañana no lo es; para cuando ya están deteniéndose a analizar algo, ya tienen otras cosas enfrente. Pero así como están estas cosas, hay muchas personas con problemas como estos; también existen personas que nos ayudan y ubican en tiempo y espacio; solo es cuestión de pedir, detenerse a oír y buscar esa ayuda necesaria, corregir lo que haya que corregir y seguir adelante.