Crónicas de lo cotidiano 042: "De viaje", por bonzopoe

Dicen que los viajes edifican, y que al hacernos conocer otras culturas y maneras de entender la vida, nos educan y amplían nuestros horizontes, y es cierto. Pero los viajes, para bien y para mal, también exacerban nuestras experiencias, y tal vez en parte por eso es que nos fascinan tanto.

Hace unos momentos me encontraba por abordar el autobús rumbo a otra ciudad, en la que ya estoy ahora, y pude comprobar esto. Lo que siempre deseo, que el asiento junto a mí este vacío, sucedió por primera vez en meses, y en ese momento fui feliz, pero me duró poco. Momentos después entró una pareja con una niño como de año y medio y una bebe que tendría a lo mucho dos o tres meses de nacida, y se sentaron junto a mí, del otro lado del pasillo.

Sobra decir que el viaje no fue lo que esperaba, y que de poco sirvió tener el asiento de al lado libre, porque parte del viaje tuvo de música de fondo los gritos y llantos de los niños a menos de un metro de distancia de mí. Luego en los asientos frente al mío estaban un par de mujeres que se la pasaron hablando todo el viaje, literalmente.

Para colmo de males en las pantallas de televisión que trae el camión en vez de poner una película, como hacen siempre, pusieron un concierto de un grupo que no me gusta y que ya había visto. Mis audífonos fueron mi salvavidas, pero al no tener cancelación de ruido, solo pudieron atenar los gritos de los niños y el ruido cercano a mí.

Durante el trayecto practique técnicas de respiración e hice todo lo posible para estar relajado, incluso consideré que sería bueno aprender alguna técnica de meditación de esas místicas que hacen que uno pueda separar mente y cuerpo.

Pero al llegar a mi destino, a pesar del frío y de que no llevaba una chamarra, el estar después de dos semanas de nuevo en esta ciudad, hizo que olvidara todo rápidamente. Disfrute cada paso que di desde la estación de autobuses hasta el hotel (poco más de medio kilómetro) y mi ritual de comprarme mi cena en el camino: unos pedazos de pizza casera de espinacas, champiñones, cebollas, aceitunas negras y tres tipo de queso.

Al llegar al hotel, me recibieron con una sonrisa y con mi cuarto como a mi me gusta, además de darme una sábana extra por el frío. Y ya en mi habitación, me cambié y me dispuse a comer la pizza que me supo a gloria. Adiós gritos de niños y estrés. Hola paz y tranquilidad.

Hasta el humor me cambió, y heme aquí escribiendo esto, en medio de un silencio que en mi casa se me haría incomodo, y con una sensación de gozo resultado de una rica cena, cambiar de aires, y sentirme apapachado por el hotel.

Mañana me levantaré apenas salga el sol y tendré un día pesado de trabajo, pero ya ansío vivirlo, y ver a la gente que no veo desde hace dos semanas. Ansío subirme al taxi y mirar por la ventana mientras el aire frio me da en la cara y me revuelve el pelo, mientras me lleva del hotel al trabajo, y al llegar al trabajo saludar a todo mundo y preguntarles como están, desde los conserjes y jardineros, hasta los maestros, el rector y los alumnos.

Para mi este es un viaje habitual de trabajo que tengo cada semana. No hay muchos lugares nuevos que conocer, o tiempo para hacer otras cosas, pero no importa, un viaje es un viaje, es salir de la rutina, cambiar de aires, y vivir todo un poco más intensamente de lo habitual.

Mañana al final del día emprenderé de nuevo el camino a casa, deseando que el asiento de al lado este de nuevo libre, y no me toquen compañeros de viaje que me arruinen la experiencia, y uno nunca sabe, puede que haya suerte y hasta pongan una película que no he visto.

Si, los viajes edifican, y nos hacen mejores personas, aunque a veces queramos ahorcar a alguien que viaja con nosotros, al final es todo parte de la experiencia, de la anécdota, como aquella vez que viajo junto a mí alguien famoso, que se durmió sobre mi hombro. Todavía tengo la prenda con su baba en ella enmarcada en el estudio de la casa, pero esa es una historia para otra ocasión que ya es hora de dormir con mi tersa sábana extra. Felices sueños y hasta la próxima.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.