Reconocer que somos seres temporales

¡Hola amigos!

Me complace una vez más escribir desde esta comunidad, esta vez desempolvando un poco lo aprendido en esa materia "de relleno" en la universidad llamada "Principio, Historia y Crítica de las Religiones". El día de hoy vengo a hablarles sobre algo muy interesante, como lo es la condición humana.

Francisco Franco nos dice que "lo terrible y lo divino de la condición humana, tal vez sea el reconocerse temporal", y es que en efecto el hombre sabe que existe la muerte y que su vida tiene límites, pero está en constante búsqueda de formas de superarlo, por ejemplo, Walt Disney prefirió entrar en una cápsula criogénica que ser enterrado con la esperanza de que la tecnología del futuro pudiera devolverle la vida.

Ese deseo de ser "eterno" se hace más tangible en la búsqueda de la trascendencia, pues el hombre lleva consigo el deseo de dejar una huella, un impacto de su paso por este mundo. Y es que sí, el hombre es el único ser con la capacidad de pensar, razonar y tener conciencia sobre la muerte. Un animal, por ejemplo, aunque pueda sentir y tener instintos, es incapaz de reflexionar sobre el origen de la vida, o por qué razón algún día tenemos que morir.

El hombre quiere saber que pasó al inicio de la vida y que pasará al final de la vida, tiene una curiosidad constante por saber ¿quién nos creó? ¿para qué nos creó? y para ello se cada cultura ha desarrollado mitos cosmogónicos (para conocer el origen del universo) y escatológicos (para conocer que pasa después de la muerte).

Es por ello que no todos pensamos lo mismo al momento de hablar sobre el origen o el fin de la vida, porque es algo que depende de la cultura y de la religión que profesemos, o de las creencias que tengamos de acuerdo al contexto en el que crecimos. Sin embargo, a pesar de las diferencias que podamos tener en este sentido, hay puntos comunes que no podemos negar: el hombre quiere saber de dónde viene y a dónde va, y quiere que su paso por el mundo quede tallado en la historia.

Franco, F. De los mitos cosmogónicos y antropogónicos a la teoría evolucionista biológica. En Compilación Francisco Franco (p. 87). Disponible en: https://mega.nz/file/ar5BnYha#XpPCUv4rYeazog0ghDwtt4dAviGp_ena8zU_bK6eGNo