Un día a la vez

No le des más vueltas, no lo hagas y deja tantos y tantos planes para mañana, para el mes que viene o el año que entra. Porque no sabes si el mañana llegará.

Vive un día a la vez, porque no tiene nada de malo que disfrutes del día al máximo y a tu manera. Sí, que ya sabemos que hay obligaciones, pero las puedes tomar como tú quieras. Así que respíralo bien y exprímelo al máximo, porque un día es un tesoro y un instante una joya.

Haz todas esas cosas que te apetece hacer, y también las que no te apetece hacer, no las hagas, no te obligues a ello, porque sentir, sentir será lo mejor que tendrás cada día.

Vive, vive un día a la vez, sé cómo cuándo eras pequeñita, ese pequeño que no pensaba en el mañana y que olvidaba. Porque el hoy, el ahora, es lo más emocionante que podemos tener así que no pierdas ni un segundo.

Cuando vives así, de esa manera, sin tantas prisas, sin tantos planes, sin esas rutinas, la vida te puede sorprender de cualquier manera.

Los cambios serán para ti como brisa fresca y agradecerás cada cosa nueva que llegue y te abrace porque no la esperas. Así que siempre, siempre intenta ver lo mejor en cada cambio que tengas.