Hellen's real storm (Short story) [Eng-Esp]

Versión Español

Feliz tarde, amigos de Hive. Los saludo con cariño, deseando que se encuentren bien. Hoy quiero compartir con ustedes una triste historia que revela la vulnerabilidad de una persona deprimida. Espero que puedan leerla.

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Hellen caminaba tranquila bajo la lluvia, era un día sumamente oscuro; los relámpagos estaban de fiesta en el cielo, todas las nubes estaban vestidas con un vestido gris oscuro y realizaban una tenebrosa coreografía. Los habitantes de la ciudad se refugiaron en sus casas, pero Hellen continuaba caminando como si nada estuviera pasando. El viento dijo presente en la fiesta y sopló como nunca antes, provocando un ruido estrepitoso. El pánico se había apoderado de todas las personas de la ciudad, menos de Hellen. Quienes la miraban caminar le gritaban: ¡Hellen, corre a casa, estás en peligro!, pero ella hacía caso omiso de todo lo que le decían. Para Hellen, los relámpagos eran como la aurora boreal, el viento era como el lindo canto de los pájaros, la oscuridad era la luz de un día despejado; porque la auténtica tormenta de Hellen era otra.

Dos años atrás, Hellen se asustaba cuando veía el cielo nublado, le tenía temor a la lluvia, pero ahora era una mujer diferente. Nada le afectaba, en realidad estaba consumida por un dolor tan grande que impedía que factores externos le causarán más daño del que ya tenía. ¿Cómo era posible que Hellen hubiera cambiado tanto en estos dos años que había transcurrido?

Todo comenzó el 14 de septiembre cuando faltaban tres meses para su boda. Hellen estaba enamorada, con entusiasmo e ilusión estaba haciendo los preparativos finales para su boda, tenía su casa y junto a su novio habían comprado las cosas necesarias para el hogar; lo único que faltaba era que dieran ese gran paso y comenzarán a escribir su historia con la esperanza de colocar al final de ella, el típico pero incierto "Y fueron felices para siempre".

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A tres meses de la boda, Hellen sonreía transmitiendo una luz que antes no tenía; su mirada era brillante, su voz era meliflua y todo lo estaba organizando con una dulzura que impregnaba cualquier sitio dónde se encontrara. Sus amigas la ayudaron con los preparativos y al verla tan enamorada se conmovían y se emocionaban junto a ella.
Ese mismo 14 de septiembre a las 7:30 de la noche, llegó Jhon, el prometido de Hellen y expresó lo siguiente: " Tenemos que hablar". Al ver el semblante de Jhon, Hellen se perturbó. Tenían más de un año como novios y jamás había visto ese gesto en su cara tan aterrador. Sintiendo un temblor indescriptible en todo su cuerpo, le dice: "Cuéntame qué sucede".

Jhon comenzó a sudar, las manos las tenía heladas y no era capaz siquiera de mirar a Hellen a los ojos. Así que Hellen le pidió que se calmara y que se sentara para conversar y le volvió a pedir que le contara qué sucedía. Jhon se armó de valor y le dijo: "Hellen, estoy confundido, no sé si sea correcto que nos casemos". Esas palabras fueron las estocadas de una espada para el corazón de Hellen. En ese momento sintió que no podía respirar, se desmayaron sus piernas, no podía siquiera emitir una sola palabra; estaba consternada y un escalofriante temor se adueño de su entero ser.

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Después de que Jhon pronunció estas palabras, se levantó de la silla e intentó retirarse. Hellen reaccionó y le dijo: "No entiendo, explícame qué pasa". El tono de la voz de Hellen era tembloroso, su mirada de pronto comenzó a ver el escenario más cruel que jamás había observado. Jhon lo notó, pero le repitió lo mismo: " Estoy confundido, no sé si sea correcto que nos casemos", y se marchó dejándola sin aliento.

Sorprendentemente una conversación que no duró ni diez minutos sumergió a Hellen en el agujero más fangoso y profundo que puede existir. Eran las 8:30 de la noche y Hellen no entendía por qué Jhon había pronunciado esas palabras. Intentó llamarlo por teléfono, pero él no respondió. Transcurrieron tres horas, eran las 10:30 de la noche de un 14 de septiembre, cuando Hellen sufre su primer ataque de pánico.

Desesperadamente llama a unas amigas, quienes acuden a ella para ayudarla. Sin comprender exactamente qué era lo que estaba pasando, intentan llamar a Jhon para que las orienten y les expliqué qué había ocurrido, pero Jhon no respondió. Transcurrieron cuatro días, cuatro días sin ver a Jhon era el tiempo qué mas había durado Hellen sin verlo y ya sin fuerzas comenzó a sentir que no podía vivir sin él.

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Jhon formaba parte de todos los planes que se había trazado para el resto de su vida, en vista de que no respondía, su ansiedad aumentaba. Ella necesitaba una explicación coherente que la ayudara a disipar un poco la ansiedad, pero Jhon no tenía la más mínima intención de explicarle nada.

En vista de que Jhon no respondía y que Hellen continuaba con frecuentes y terribles ataques de pánico, sus familiares fueron a buscar a Jhon. Cuando lo encontraron le preguntaron qué era lo que estaba pasando, su respuesta fue: " Ya no me quiero casar, comprendí que ella no es la mujer de mi vida, lamento mucho todo el daño que he causado, pero esta es mi decisión, por favor, háganselo saber a Hellen".

Los familiares se molestaron con él, le pidieron más explicaciones pero él solo se limitó a decir que ya no se quería casar. Tomando en cuenta que Helen llevaba 4 días sin dormir y que ya la habían llevado al médico más de tres veces por sus ataques de pánico, nadie se atrevía a decirle las palabras finales qué pronunció Jhon, hasta que fue necesario hacerlo. En un afán desmedido por ver a Jhon, por suplicarle que cambiara de opinión, por mendigarle el amor que supuestamente un día tuvo, Hellen perdió el control y ya no quería vivir.

Con el corazón hecho migajas vió como se derrumbaron todas sus ilusiones y sintió que le habían mutilado el corazón. "No llores más, Hellen, no llores más" -era la frase que repetían sus amigos y familiares- "Recuerda que quién no te valora no te merece, no llores más, Hellen", pero no había palabra alguna ni bálsamo existente que pudiera consolarla.

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Solo el tiempo era quién iba a dar la respuesta que ella deseaba, pero ya han pasado dos años y todavía no la ha encontrado. Ya las lágrimas no se deslizan por su rostro, pero su corazón no tiene espacio para una cicatriz más. Su dolor es inconmesurablemente grande, así que ya no le tiene miedo a las tormentas; porque la auténtica tormenta la lleva día a día en su corazón. Desde que comenzó esta terrible situación en la vida de Hellen, todos sus amigos la han apoyado; brindándole consuelo, protegiéndola y sobre todo, aferrándose a la esperanza de que Hellen consiga las respuestas que tanto anhela y que se recupere pronto. Mientras tanto, todos se han comprometido a seguir cuidando a Hellen.

English Versión

Happy afternoon, Hive friends. I greet you with love, wishing you well. Today I want to share with you a sad story that reveals the vulnerability of a depressed person. I hope you can read it.

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Hellen walked calmly in the rain, it was an extremely dark day; lightning was partying in the sky, all the clouds were dressed in a dark gray dress and performed a gloomy choreography. The inhabitants of the city took refuge in their homes, but Hellen continued walking as if nothing was happening. The wind was present at the party and it blew as never before, causing a resounding noise and panic had taken hold of everyone in the city, except Hellen. Those watching her walk shouted at her: "Hellen, run home, you're in danger," but she ignored everything they said. For Hellen, the lightning was like the aurora borealis, the wind was like the beautiful song of the birds, the darkness was the light of a clear day; because Hellen's real storm was something else.

Two years ago, Hellen was scared when she saw the cloudy sky, she was afraid of the rain, but now she was a different woman. Nothing affected her, she was actually consumed by a pain so great that she could not allow external factors to cause her any more harm than she already had. How was it possible that Hellen had changed so much in the two years that had passed? It all began on September 14, three months before their wedding. Hellen was in love, with enthusiasm and illusion she was making the final preparations for her wedding, she had her house and together with her fiancé had bought the necessary things for the home; the only thing that was missing was to take that big step and begin to write their story with the hope of placing at the end of it, the typical but uncertain "And they were happy forever".

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Three months before the wedding, Hellen was smiling and transmitting a light that she didn't have before; her eyes were bright, her voice was mellifluous and everything was being organized with a sweetness that permeated any place where she was. Her friends helped her with the preparations and when they saw her so in love, they were moved and excited with her.
That same September 14th at 7:30 in the evening, Jhon, Hellen's fiancé, arrived and said: "We need to talk". Seeing the look on Jhon's face, Hellen was disturbed. They had been dating for over a year and she had never seen such a terrifying expression on his face. Feeling an indescribable tremor throughout her body, she said, "Tell me what's going on.

Jhon started sweating, his hands were freezing cold and he couldn't even look Hellen in the eye. So Hellen asked him to calm down and sit down to talk and asked him again to tell her what was going on. Jhon plucked up his courage and said, "Helen I'm confused, I don't know if it's right for us to get married". Those words were the thrust of a sword into Helen's heart. At that moment she felt she could not breathe, her legs fainted, she could not even utter a single word; she was shocked and a chilling fear took over her entire being.
After Jhon uttered those words, she got up from the chair and tried to leave. Hellen reacted and said, "I don't understand, explain to me what's going on." The tone of Hellen's voice was shaky, her gaze suddenly began to see the cruelest scenario she had ever observed. Jhon noticed, but repeated the same thing: "I'm confused, I don't know if it's right for us to get married", and walked away leaving her breathless.

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Surprisingly a conversation that didn't even last ten minutes plunged Hellen into the deepest and muddiest hole that can exist. It was 8:30 at night and Hellen couldn't understand why Jhon had uttered those words. She tried to call him on the phone but he didn't answer. Three hours later, it was 10:30 p.m. on September 14, when Hellen had her first panic attack.
In desperation she called some friends, who came to her to help her. Not understanding exactly what was going on, they tried to call Jhon for guidance and to explain what had happened, but Jhon did not answer. Four days went by, four days without seeing Jhon was the longest Hellen had gone without seeing him and she began to feel that she could not live without him.

John was part of all the plans she had made for the rest of her life, and when he didn't respond, her anxiety increased. She needed a coherent explanation to help her dispel some of her anxiety, but Adrian had no intention of explaining anything to her. Since Adrian was unresponsive and Heklen continued to have frequent and terrible panic attacks, her relatives went to look for Jhon. When they found him they asked him what was going on, his answer was: "I don't want to get married anymore, I understand that she is not the woman of my life, I am very sorry for all the damage I have caused but this is my decision, please let Hellen know".

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Helen's relatives were upset with him, they asked him for more explanations but he just said that he did not want to get married anymore. Taking into account that Helen had not slept for 4 days and that she had already been taken to the doctor more than three times for her panic attacks, no one dared to tell her the final words that John pronounced, until it was necessary to do so. In an excessive eagerness to see John, to beg him to change his mind, to beg him for the love she supposedly once had, Hellen lost control and no longer wanted to live. With her heart in crumbs she saw all her illusions crumble and felt that her heart had been mutilated. "Don't cry anymore Hellen, don't cry anymore" - was the phrase repeated by her friends and family - "Remember that who doesn't value you doesn't deserve you, don't cry anymore Hellen", but there was no word or balm that could console her.

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Only time would give her the answer she wanted, but it has been two years and she still hasn't found it. Tears no longer slide down her face, but her heart has no room for one more scar. Her pain is immeasurably great, so she is no longer afraid of storms; for the real storm she carries day by day in her heart. Since this terrible situation in Hellen's life began, all of her friends have supported her; bringing her comfort, protecting her and most of all holding on to the hope that Hellen will get the answers she so desperately craves and get well soon. In the meantime, they have all pledged to continue to care for Hellen.